El PSOE de Extremadura está sumergido en el próximo congreso federal de su organización, así también la agrupación de Plasencia; esperemos que no se ahoguen. Digo esto por el excesivo tumulto que se palpa en sus asambleas. Lo ocurrido en las dos últimas citas del PSOE de Plasencia, para elegir a sus delegados comarcales, es muy elocuente y sintomático de la precaria salud de esta organización.
Un tumulto, todo hay que decirlo, provocado por decisiones cercenadoras de derechos, como el relativo al recorte de la libertad de expresión en su primera cita asamblearia en la que, parece ser, no se permitió el debate de las enmiendas ni que se leyeran las actas levantadas por la gestora ante las irregularidades en la lista oficial. Y en la segunda, por el contenido de su convocatoria; pues la permanente de la ejecutiva regional del PSOE de Extremadura arrasó con la única parte de la asamblea del viernes 13 que se llevó a cabo con garantías democráticas, esto es, la elección de los 31 delegados a la asamblea comarcal.
Groucho Marx acuñó la siguiente frase "Si no le gustan mis principios, tengo otros". La permanente de la ejecutiva regional del PSOE de Extremadura la ha hecho suya y la aplica en aquellas asambleas locales cuyo resultado no es de su gusto. Como expresan algunos afiliados del PSOE placentino, la repetición decidida por la permanente de la ejecutiva regional, se basa en que "al partido no le gustó el resultado de la votación".
Por mi parte sigo pensando que el PSOE no tiene solución, pues ya no es posible su renovación. Rubalcaba y Chacón, las dos caras del sociolistismo neoliberal son.
Por tanto reitero aquí lo que en otras ocasiones he manifestado: Los afiliados honrados y no imputados de ese partido (PSOE) ya saben que las puertas de Convergencia por Extremadura (CEx) siempre estarán abiertas a los buenos socialistas. Los recibiremos con los brazos abiertos.
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