domingo, 15 de enero de 2012

eQuo Cáceres y el paradigma del consenso natural de la mayoría contra la minoría


Una etnia es un grupo humano en la cual los miembros se identifican entre ellos con base a unas prácticas culturales o de comportamiento comunes.

La principal fuente de consulta en lo que se refiere a los derechos de las minorías es la Declaración de las Naciones Unidas sobre las Minorías (resolución 47/135), en ella se especifica lo siguiente.-

El derecho de las minorías étnicas a la no-discriminación, exclusión o restricción, el cual tenga el propósito o efectos de deteriorar el pleno goce de los derechos humanos y libertades fundamentales.

El derecho de cada miembro de las minorías étnicas a un reconocimiento equitativo.

El derecho de todos los miembros de las minorías étnicas a participar real y efectivamente en la vida política, cultural, etc... de las organizaciones en las que se integren.

El derecho de cada miembro de las minorías étnicas de existir, así como a estar libres de "limpieza étnica".

El derecho de cada miembro de las minorías étnicas para el goce y desarrollo de su propia cultura.

El derecho de cada miembro de las minorías étnicas a la autonomía en asuntos internos del grupo.

El derecho de cada miembro de las minorías étnicas a participar en la toma de decisiones y políticas concernientes a su grupo y comunidad, en el ámbito local, nacional e internacional.

El derecho de todos los miembros de las minorías étnicas a poder ejercer plena y eficazmente todos sus derechos humanos y libertades fundamentales sin discriminación alguna y en plena igualdad.

Decía hace unos meses que soy consciente que existen condiciones que ninguna partitocracia al uso va a aceptar, una de ellas es la siguiente: El derecho a la libertad de expresión y la posibilidad que de cada persona tenga la capacidad de cuestionar públicamente aquellas líneas de actuación que no le gusten; pues a todas las partitocracias les ocurre lo mismo, les genera alergia la libertad de expresión pública y abierta de sus miembros. Es curioso que tanto nuestra Constitución, así como la Declaración Universal de Derechos Humanos recoja este derecho a la libertad de expresión como un mínimo indisponible y, sin embargo, todas las partitocracias te exigen renunciar al mismo.

A lo cual añadía que también soy un entusiasta seguidor de John Holloway, autor del libro: "Cambiar el mundo sin tomar el poder: el significado de la revolución hoy", en el cual nos dice algo muy importante y que la Wikipedia lo refleja a la perfección: "Holloway afirma que, el poder no es algo que pueda 'tomarse', ya que no es algo que alguna persona o institución particular posea: el poder reside más bien en la fragmentación de las relaciones sociales."

Comentaba mi amigo valenciano Nicolás Mengual en mi blog que "Donde hay libertad de expresión no hay control de la militancia ni de las ideas y eso es peligrosísimo cuando de lo que se trata es de tener la democracia amordazada y bajo un estado de excepción continuo."

Le respondía a Nicolás Mengual que ahí es donde ven los partidos el peligro, en la libertad de expresión. Hoy por hoy son pocas las estructuras de partido que permiten a sus miembros pensar en libertad. La mayoría de partidos padecen un estado de excepción continuo.

En eQuo Cáceres parece ocurrir algo de esto, la mayoría parece no haberse librado de sus fantasmas, el paradigma por el que guían su acción, el conocido como el del "consenso natural de la mayoría contra la minoría" evidencia que el identitarismo excluyente recorre sus venas.

De seguir instalados en ese paradigma, los Portavoces, así como la Mesa provincial del llamado grupo del "consenso natural contra la minoría" de eQuo Cáceres, nunca acabarán de entender qué es una democracia; pues confunden democracia con poliarquía. Es una pena que la Mesa Provincial del llamado grupo del "consenso natural de la mayoría contra la minoría" no desee entender que la verdadera democracia se basa en el respeto de las minorías, y que todo aquello que no sea así es, como bien lo define un simpatizante de eQuo Cáceres: fascismo.

Los Portavoces, así como la Mesa provincial del llamado grupo del "consenso natural contra la minoría" de eQuo Cáceres, no entienden que aquí nadie quiere dirigir ni ser dirigido, por eso apostamos por la democracia y el consenso; y no la imposición o la dictadura de un sector sobre otro a través de la poliarquía, más conocida como la vota-botacracia, esto es, utilizar el mecanismo del voto para botar (excluir).

En el post que subía ayer a mi blog se indicaba que es la miopía política la que nos limita (a toda la izquierda progresista, sea esta política, social o sindical) a la hora de ser capaces de dar pasos en invertir la actual situación de división, al tiempo que proponía que nos preguntáramos por qué todos los intentos por invertir la actual situación de división han acabado en fracaso.

Para responder a esta pregunta hay que situarse más allá de un análisis idealista y culpabilizador de los demás, deberíamos abordar el por qué nos cuesta tanto entender que las condiciones materiales de existencia conforman, dentro de una misma clase social, diversos tipos de personas con variadas personalidades que solo se las puede hacer confluir en un proyecto común si se les respeta su propia identidad, tanto individual como de grupo.

Antes de concluir esta reflexión señalar, como certeramente apunta el investigador, ensayista y profesor Armando Fernández Steinko que "el legado del neoliberalismo es una sociedad fragmentada que es imposible transformarla si no es aplicando formas complejas de gestión política; a lo cual, añade Steinko, que "la izquierda antineoliberal va a tener que ser multilateral, no puede ser el resultado de las ocurrencias de unos pocos, un grupo de presión o una negociación en la sombra. En su definición tienen que intervenir las nuevas formas de poder ciudadano -15-M, DRY, etc.- todas las organizaciones políticas y corrientes dispuestas a suscribir un programa antineoliberal de mínimos y el trabajo organizado despojado de sus estrategias neocompetitivas. Cada 'sensibilidad' de la izquierda puede mantener su espacio, sus matices y tradiciones sin que nadie se tenga que inquietar demasiado".

O sea, lo mismo que, con otras palabras, sostiene el senador Jordi Guillot, esto es: "Después de 25 años de fracturas, de divisiones, de errores de la izquierda, el único futuro posible y viable es con todo esto, y abriéndolo mucho, ir agregando, ir sumando y crear una especie de gran confederación, donde existan territorios, partidos corrientes, gente y que todo esto permita ir evolucionando hasta conseguir un espacio político nuevo, federalista, de izquierdas y ecologista".

4 comentarios:

  1. Lo hemos comentado muchas veces, los partidos son las organizaciones menos democráticas que existen. Y acaban siendo todos igual, con escasísimas excepciones y generalmente de partidos extra parlamentarios. En cuanto tocan poder... se acabó.

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  2. Amigo Caso, este post me gusta. A pesar d destilar amargura, una vez más, un nuevo tropezón se ve en lontananza, no por usted y yo, q también, sino por un proyecto q no termina de arrancar y al q variadas fuerzas destrozan. Al fin y al cabo los verdes, españoles, son como los izquierdistas, españoles, o nacionalistas, españoles, o de cualquier otro lugar, demasiado excluyentes.
    Solo cediendo se puede ir juntos, el problema es cediendo cuánto, hasta donde?

    Me gusta mucho la frase''las condiciones materiales de existencia conforman, -en cualquier grupo- social, diversos tipos de personas con variadas personalidades que solo se las puede hacer confluir en un proyecto común si se les respeta su propia identidad, tanto individual como de grupo''
    Seguiremos en contacto.

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  3. El problema puede estar en que una minoría no tenga los mismos objetivos que el resto de la gente que trabaja en un proyecto. ¿por qué están en esa organización? Puede darse el caso que pueda ser por un motivo muy simple, dinamitar una organización naciente. ¿Qué solución damos si es ese el caso? Los derechos de las minorías son fundamentales en cualquier sociedad, pero no parece ser el caso de Equo Cáceres el que esos derechos estén conculcados. En este país fuimos gobernados por una minoría durante muchos años, y esos si sabían de fascismo. Salud. Manuel

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  4. Así es amigo Nicolás, falta mucho talante democrático.

    Amigo Manuhermon, hay muchas carencias en lo relativo al respeto de las diversas identidades y variadas personalidades que confluyen en los proyectos, así no avanzaremos ni como grupo ni como sociedad. Existe mucho excluyente suelto.

    Amigo Manuel, ya conoces aquella frase que dice: "cree el ladrón que todos son de su condición". A mi me dan pena aquellos que no son capaces de mirar las cosas desde otro paradigma. Siempre pensando mal de los demás. No terminan de entender el contenido, por ejemplo, de Lucas 6:42, esto es: "¿O cómo puedes decir a tu hermano: Hermano, déjame sacarte la mota que está en tu ojo, cuando tú mismo no ves la viga que está en el tuyo? Saca primero la viga de tu ojo y entonces verás con claridad para sacar la mota que está en el ojo de tu hermano".
    La realidad que no sepas abordar desde dentro se te presentará desde fuera.

    Recibid un abrazote.

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