¿Cómo hacer más eficaz el control de la conducta? Para hacer más eficaz el control de la conducta no basta con señalar las consecuencias, hay que disponer contingencias bajo las cuales tengan un efecto las consecuencias.
Se ha dicho que la conducta es función de la dotación genética (herencia) y de las contingencias ambientales.
Pero aún hay que decir más, y es que las contingencias de supervivencia son las responsables de la herencia genética del ser humano. Pues los organismos que quedaron más sensiblemente afectados por las consecuencias de su conducta, fueron más capaces de adaptarse al ambiente y sobrevivir. Este proceso tiene importancia por ser capaz de fortalecer aquella conducta que efectivamente produjera resultados.
Una persona no actúa sobre el mundo de forma "voluntaria", es el mundo el que actúa sobre ella "obligándola" a desplegar procesos conductuales.
O sea, una persona es modelada por contingencias de reforzamiento al desplegar procesos conductuales que la someten al control del ambiente en el que vive.
Por tanto, si queremos saber lo que realmente anda mal en una persona, debemos de ir a las contingencias, y si queremos modificar su conducta habremos de cambiar las contingencias.
Repasando a B. F. Skinner (Más allá de la libertad y la dignidad)
Lo que también sería interesante estudiar es el componente volitivo de la mayoría de nuestros actos, pues a mí me da la impresión que cada vez nos asemejamos más a manadas que a grupos de personas, al margen de las causas que originaron estos grupos, ya sean políticas, sociales, laborales, etc.
ResponderEliminarLa independencia del ser humano va desapareciendo, y los comportamientos gregarios y sectarios que nos rodean y que están, al parecer, bien vistos por todo el personal, nos están convirtiendo a pasos agigantados (a los que se dejan, evidentemente) en individuos adocenados con la voluntad y las ambiciones a la altura del betún.
Es obvio que un grupo de individuos está sacando altos rendimientos de esta situación, llamémosles mayorales sin montura, y que se mueven en todos los ámbitos susceptibles de contener vastas ganaderías y amansada servidumbre, maestros de la indolencia y de la hipnosis colectiva.
Estaría hablando una semana sobre este tema, que, a la vez que me interesa, me inquieta sobremanera, porque creo que la desidia colectiva está alienando nuestras voluntades y nuestros sueños por llegar a ser mejores.
Salud y libertad, y, como siempre, es un placer leerte, Javier.
Eso no anula "el poder de la voluntad" y sus efectos... y, ¡ay! cuando se trata de un loco "poder de la voluntad". Que se lo pregunten a los alemanes sobrevivientes del III Reich, y del resto de Europa que vivió los efectos del "poder de la voluntad" hijoputil del nazismo...
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