Philip Hall Coombs nos sugiere, para abordar la crisis de la educación contemporánea, poner la lente de gran enfoque propia de un análisis de sistemas; mediante ella podemos observar con nitidez los cinco factores que más han incidido sobre la misma.
a) Ascenso de la demanda
Ha existido un inexorable ascenso de la demanda, para una mayor enseñanza, de todas las clases y a todos los niveles, alcanzando a toda la población. La oleada de los que aspiran a estudiar ha inundado a todo el sistema educativo. Los responsables de este sistema han estado tan completamente absorbidos por la imperiosa necesidad de resolver los problemas de orden material y de organización, que han tenido poco tiempo para pensar en otras cosas, tales como la calidad y la eficiencia de la función docente.
b) Escasez de recursos
Los recursos dedicados a la educación se han multiplicado de un modo sin precedentes desde los inicios de la década del cincuenta. Y, a pesar de la provisión de maestros y edificios, equipos y libros de texto, becas y subvenciones escolares, así como el dinero que todo ello requería, han ido muy a la zaga de la creciente demanda educativa.
c) Aumento de los costos
Las limitaciones crecientes de los recursos agravarán más todavía los problemas del sistema de enseñanza a causa de su inevitable tendencia a aumentar su costo por estudiante. Esta tendencia creciente de los costos unitarios se centra principalmente en el hecho de que la enseñanza continúa siendo una industria de trabajo intensivo, cercana todavía a la etapa de artesanía. Esta particularidad se agudiza con cada esfuerzo realizado para mejorar la calidad a través de los medios convencionales.
d) Inadaptación del producto
Los productos del sistema de enseñanza evidentemente no encajan con las necesidades rápidamente cambiantes de los individuos y de la sociedad en evolución. Un resultado de esta situación sin salida es la creciente incapacidad de la economía para absorber el producto humano formado por el sistema educativo, exacerbando de ese modo el problema letal del "educado sin empleo".
e) Inercia e ineficacia
Preso en estos desesperantes aprietos, el sistema educativo ha respondido principalmente con los métodos "de todos los días". Pero esto no ha dado resultado. Las viejas disposiciones que anteriormente les prestaban un buen servicio -el sistema de administración, los métodos de enseñanza y programas, el aula encerrada en sí misma, los medios de formación docente y reclutamiento, estas y todas aquellas otras cosas que han caracterizado los procesos tradicionales de la enseñanza- han probado su discordancia con la nueva situación. Lo que parecía "de todos los días" se ha convertido actualmente en "peor que todos los días", como lo confirman las protestas continuadas contra la "pérdida de calidad". Este enfoque de "como todos los días" -otro nombre para la inercia inherente de los sistemas docentes- los ha disuadido de la tarea de adaptar sus asuntos internos con la velocidad suficiente para enfrentarse al conjunto de circunstancias en rápido cambio.
Y de ese modo, debido a ese cúmulo de circunstancias, el sistema educativo se encuentra hoy en crisis. La crisis naturalmente, difiere en tiempo, intensidad y forma de un lugar a otro; pero no debe tomarse a la ligera esta crisis y menos aún en los países industrializados.
La arteriosclerosis académica ataca más fácilmente a los viejos sistemas docentes y es más difícil de curar. Las aportaciones económicas a estos sistemas docentes pueden ser más ricas, pero su eficiencia interna puede ser tan incapaz y sus productos tan inadecuados a las necesidades reales como sucede en los países más pobres.
a) Ascenso de la demanda
Ha existido un inexorable ascenso de la demanda, para una mayor enseñanza, de todas las clases y a todos los niveles, alcanzando a toda la población. La oleada de los que aspiran a estudiar ha inundado a todo el sistema educativo. Los responsables de este sistema han estado tan completamente absorbidos por la imperiosa necesidad de resolver los problemas de orden material y de organización, que han tenido poco tiempo para pensar en otras cosas, tales como la calidad y la eficiencia de la función docente.
b) Escasez de recursos
Los recursos dedicados a la educación se han multiplicado de un modo sin precedentes desde los inicios de la década del cincuenta. Y, a pesar de la provisión de maestros y edificios, equipos y libros de texto, becas y subvenciones escolares, así como el dinero que todo ello requería, han ido muy a la zaga de la creciente demanda educativa.
c) Aumento de los costos
Las limitaciones crecientes de los recursos agravarán más todavía los problemas del sistema de enseñanza a causa de su inevitable tendencia a aumentar su costo por estudiante. Esta tendencia creciente de los costos unitarios se centra principalmente en el hecho de que la enseñanza continúa siendo una industria de trabajo intensivo, cercana todavía a la etapa de artesanía. Esta particularidad se agudiza con cada esfuerzo realizado para mejorar la calidad a través de los medios convencionales.
d) Inadaptación del producto
Los productos del sistema de enseñanza evidentemente no encajan con las necesidades rápidamente cambiantes de los individuos y de la sociedad en evolución. Un resultado de esta situación sin salida es la creciente incapacidad de la economía para absorber el producto humano formado por el sistema educativo, exacerbando de ese modo el problema letal del "educado sin empleo".
e) Inercia e ineficacia
Preso en estos desesperantes aprietos, el sistema educativo ha respondido principalmente con los métodos "de todos los días". Pero esto no ha dado resultado. Las viejas disposiciones que anteriormente les prestaban un buen servicio -el sistema de administración, los métodos de enseñanza y programas, el aula encerrada en sí misma, los medios de formación docente y reclutamiento, estas y todas aquellas otras cosas que han caracterizado los procesos tradicionales de la enseñanza- han probado su discordancia con la nueva situación. Lo que parecía "de todos los días" se ha convertido actualmente en "peor que todos los días", como lo confirman las protestas continuadas contra la "pérdida de calidad". Este enfoque de "como todos los días" -otro nombre para la inercia inherente de los sistemas docentes- los ha disuadido de la tarea de adaptar sus asuntos internos con la velocidad suficiente para enfrentarse al conjunto de circunstancias en rápido cambio.
Y de ese modo, debido a ese cúmulo de circunstancias, el sistema educativo se encuentra hoy en crisis. La crisis naturalmente, difiere en tiempo, intensidad y forma de un lugar a otro; pero no debe tomarse a la ligera esta crisis y menos aún en los países industrializados.
La arteriosclerosis académica ataca más fácilmente a los viejos sistemas docentes y es más difícil de curar. Las aportaciones económicas a estos sistemas docentes pueden ser más ricas, pero su eficiencia interna puede ser tan incapaz y sus productos tan inadecuados a las necesidades reales como sucede en los países más pobres.
Hola Nieves, hola Ana, hola Helena, hola Adhoc, hola Ruth, hola PSOE Casar de Palomero, hola Rukaegos:
ResponderEliminarContesto aquí vuestros comentarios al post anterior. Gracias por los mismos.
Lo del número de ministerios creo que es lo de menos, lo importante es que sean eficaces. Coincido en lo fundamental con vuestros análisis: Lo más destacado es Gabilondo, González-Sinde nos genera recelos, Trinidad Jimenéz nos cae bien, Blanco esperemos que gestione bien, Chaves puede desempeñar bien su labor y sobre todo su nombramiento beneficia la renovación del PSOE de Andalucía. Sobre Elena Salgado esperemos que gane en tolerancia y capacidad de diálogo, este aspecto ha sido el que más le han criticado los sindicatos. Como bien apunta Rukaegos no hubiera estado nada mal que el cambio también hubiera afectado a otros ministros cuya gestión también está en encefalograma plano. Suscribo también lo que apunta Helena, lo de Bernat Soria no se entiende; yo lo hubiera mantenido en Sanidad y Trinidad Jiménez para Asuntos Exteriores.
Esperemos que el invento funcione, que es lo importante, y se empiecen a ver resultados lo antes posible. De ser así será beneficioso como apunta nuestra Ana.
Ruth, mandaremos a Arsenio Escolar al ascensor por dos razones, una por equivocarse y otra por tratar de equivocar a nuestra Ruth. Meneíto doble para Arsenio Escolar.
Recibid un muy fuerte abrazote amig@s.
¡Buenas noches!
ResponderEliminarA ese a ese, a Arsenio le debemos mandar, además que quien monte con él ya le daré yo el palo de peregrino que me he traído hoy del Jubileo de collado en cuyo extremo lleva un pincho, eso por equivocarse el hombre este, ¡ala! otro para el ascensor.
Un abrzote.
Muy buen diagnóstico Javier, en eso estamos empantanados. En los países mas pobres en general las situaciones se tornan mas dramáticas, la falta de inversión en educación, la deserción escolar, la utilización del medio escolar para paliar situaciones sociales de pobreza, por ejemplo en zonas de este país las escuelas funcionan además como comedores escolares, donde los niños reciben la única comida del día. Acuerdo con vos en que el problema es grave.
ResponderEliminarUn abrazo
Ya a finales de los sesenta, Philip Coombs escribió el clásico The World Educational Crisis por la preocupación universal de que los sistemas educativos estaban fallando. A mediados de los ochenta Coombs volvió sobre el tema y se encontró con que la crisis era aún mayor.
ResponderEliminarBuscamos cuáles deben ser las funciones y los retos de la educación en la sociedad contemporánea, precisamente porque hemos sido/somos partes implicadas como alumnos, padres, docentes, comunidad educativa, etc. Necesitamos un mayor entendimiento entre escuela y sociedad, tratando de aunar búsquedas y demandas, cambios y permanencias de una y otra, superando la confusión de posturas, papeles y poderes, teniendo un papel civilizador con valores públicos que fundamentan el bienestar social
Ante los nuevos retos educativos, escuela y comunidad deben interrelacionarse en un renovado proyecto educativo. Puesto que la escuela prepara ciudadanos en un entorno social; queremos "todos" que estos sean críticos, que sean capaces de responsabilizarse, de tomar conciencia en la resolución de conflictos que afecten a la comunidad, de implicarse de manera solidaria, y de vincularse en el intento de construcción de una educación referente de la sociedad del futuro.
Un saludo.
Helena.
Hola Ruth, hola Ana, hola Helena:
ResponderEliminarEstamos empantanados y lo estamos, en el tema educativo, a nivel mundial; hay un buen número de autores que desde los años 60 del siglo XX están alertando sobre esta situación de crisis de nuestro sistema educativo y no hay manera, seguimos con el modelo tradicional, seguimos encerrados en las aulas y dando el catecismo que hay que memorizar y recitar; el modelo se resiste a morir a pesar de estar superado.
Se suele decir que una crisis surge cuando lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no acaba de nacer, en esa situación estamos; esperemos resolverla pronto, pues a más se dilate, más nos desgarrará y a más y más alumn@s se llevará por delante.
Recibid un muy fuerte abrazote amigas.
Hola Javier
ResponderEliminarEsta persona que citas, Philip Hall Coombs (que no conozco), me impresiona que hace un análisis de los déficit educativos desde la perspectiva propia de los países capitalistas, es decir, un análisis economisista y empresarial de la educación.
Para estas economías, la educación, la formación de un sujeto, constituye un “deber” que el estado asume economizando en lo posible sus costos ya que sus objetivos no buscan excelencia de conocimientos, y los sectores privados, para los que pueden pagarlos, tratan de mejorar su calidad educativa sin demasiada preocupación por esos costos ya que, por lo menos en mi país, los salarios docentes por ejemplo, son subvencionados por el estado mismo.
Pero en ambos casos, la finalidad del educador es capacitar al educando para la “carrera” que le tocará emprender como “ser individual” (de ahí que las profesiones en estos sistemas se denominan “liberales”) y sus conocimientos les pertenecen. Incluso pueden “llevárselos” de la sociedad que los formó poniéndolos a disposición de otras sociedades que no han invertido un céntimo en su capacitación.
Los que egresan del sector publico, “arrancan” esa carrera con menor chance de éxito que los que se capacitan en el sector privado.
En los sistemas socialistas, donde la educación es asumida totalmente por el estado, el factor económico, si bien se estudia como una parte más de lo que la sociedad produce para la economía en su conjunto y, por supuesto, se busca un equilibrio en relación a la satisfacción de las necesidades básicas en su totalidad, lo que se destina no es considerado un “costo” sino una “inversión” (esta es una frase trillada también en las economías capitalistas pero por puro slogan). Y esto es así porque el educando tendrá que devolver a la sociedad lo que ella invirtió en su formación, porque su rol no es “individual” sino “social”. La persona, en estas sociedades, no es “dueña” de su conocimiento, él (el conocimiento) no conforma una propiedad privada; es un bien social.
Por ello, en mi forma de ver, los problemas de la educación en los sistemas capitalistas nunca van a terminar de resolverse, es más, ante este tipo de crisis, como la que esta atravesando gran parte del mundo, como la variable siempre es el “ajuste”, las cosas empeorarán.
Saludos
Rik
Y no mencioné ejemplos para no "urticar" a nadie...jajaja!
ResponderEliminarSaludos
Estoy disfrutando de mis vacaciones de docente. Mientras hacia unos trabajillos esta mañana en el patio de mi casa, al otro lado de la tapia la vecina se quejaba a su hijo: "Álvaro, hijo, que dejado eres. Todos los cacharros por ahí tirados ¿es que el maestro no te enseña a recoger los cacharros?"
ResponderEliminarEstamos discutiendo la crisis del sistema docente, pero ¿no habría que analizar la crisis en valores que nos contamina? El fracaso es sólo culpa de los docentes o también de esos padres que descubren a sus hijos de vacación en vacación. ¿No será también culpa de esa tele que nos muestra como héroes sociales a todos esos subproductos humanos que se parten el culo por entrar en los realitys?
Asumamso responsabilidades, cada uno la que nos corresponda. Y por cierto, no sigamos alargando la placenta social. Un niño con 14-15 años ya es consciente de sus actos y las consecuencias derivadas.
Salud. Alfonso
Abordás un urticante tema Alfonso, que he mencionado, creo, aquí mismo, el de los colegios como depósitos de niños, pero no me refiero a los niños cuyos padres no pueden darles de comer por diferentes circunstancias y acuden a la escuela como comedor, sino a chicos de clase media, la responsabilidad de los padres y del estado también, es innegable en este estado de cosas, responsabilidad que muchos padres delegan, en empleadas domésticas, escuelas, el encargado del edificio, la abuela, la tía o la prima Juanita.... o quien se le presente. Acuerdo totalmente con vos que el sistema educativo no escapa a la crisis de valores que nos viene asolando. Tampoco veo la solución, no creo que ella sea un "emparche" del modelo viejo, pero a las luces de lo que sucede no vislumbro un modelo nuevo y humano, adaptado a los chicos en su reemplazo, imagino que habrá que crearlo....no Javier?
ResponderEliminarUn abrazo a todos
Así es Ana. Estamos viviendo cambios vertigionosos, y no sabemos a dónde van a llevarnos. Pero sí que están creando nueva sociedad. DEntro de 10-15 años tal vez tengamos perspectiva de lo que está pasando. Ahora nos queda observar.
ResponderEliminarHola Ricardo, hola Ana, hola Alfonso, hola Ruth, hola Helena:
ResponderEliminar- Ricardo, estamos en la senda adecuada, lo que quiere el sistema es el cuanto peor mejor, nosotr@s somos especialistas en esas situaciones; quieren agudizar las contradicciones, pues bien, que las agudicen. A lo largo de la historia, cada vez que el capitalismo se ha puesto la careta de guerra, a la larga, ha salido perdiendo; algunas batallas hemos perdido nosotr@s pero los avances generales apuntan en el sentido que l@s de abajo, como suele decir Agustín, tienen establecidos. La alienación del ser humano es una pesada cadena de la que antes o después nos desprenderemos.
- Ana, cambiar el sistema educativo es cambiarlo todo; pues al cambiar una parte del sistema estamos cambiando el sistema mismo. Es todo cuestión de metodología, si aprendemos una metodología y la aplicamos con éxito en una esfera de nuestra vida, rápidamente procederemos a aplicarla a otras; pues el ser humano es reforzado por los éxitos, cada día buscamos una mejor adaptación al entorno que diría Darwin.
- Alfonso, lo que dice esa madre es bueno, es muy positivo; quiere decir que se da mucha importancia al docente. La sociedad en su conjunto está deseosa que el profesorado asuma su papel dirigente, que se crea verdaderamente su capacidad de instituir y exija medios para hacerlo adecuadamente. Ha de instituir a los hij@s y también a los padres y a las madres de esos hij@s. Ha de conseguir cambiar incluso el propio sistema de enseñanza-aprendizaje transitivo que utiliza por uno reflexivo. Ha de apostar por un modelo significativo para el alumnado que esté aferrado a la ludicidad, al gozo, a la satisfacción; no es coherente un sistema educativo que reproduzca el sistema laboral y adoctrine para el mismo. No es coherente que los alumn@s no sientan ninguna simpatía por estudiar y que, cuando lo hacen, es por medio de la acción coercitiva que los padres y madres ejercen en casa hasta el momento que estos alumn@s interiorizan en su interior, como conciencia, a ese policía que les autoobliga a hacer tareas que no le son gozosas; interiorizan en concreto esa fuerza que les autoaliena. Tampoco es coherente esas clases aburridas y desalentadoras que a l@s alumn@s se le ofrecen y menos aún no permitir al alumn@ y a sus padres y madres evaluar este decadente sistema educativo que padecemos. Necesitamos, por tanto, docentes activ@s que desde dentro del propio sistema educativo tradicionalista actual laboren por dinamitarlo y sustituirlo por otro basado en el gozo y en la libertad.
Como le decía a Ruth, a Helena y a Ana, estamos empantanados y lo estamos, en el tema educativo, a nivel mundial; hay un buen número de autores que desde los años 60 del siglo XX están alertando sobre esta situación de crisis de nuestro sistema educativo y no hay manera, seguimos con el modelo tradicional, seguimos encerrados en las aulas y dando el catecismo que hay que memorizar y recitar; el modelo se resiste a morir a pesar de estar superado.
Se suele decir que una crisis surge cuando lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no acaba de nacer, en esa situación estamos; esperemos resolverla pronto, pues a más se dilate, más nos desgarrará y a más y más alumn@s se llevará por delante.
Recibid un muy fuerte abrazote amig@s.
Vayamos por partes. La universalización del sistema educativo - hace relativamente pocas generaciones estudiaban sólo los pudientes - perjudica la calidad de la enseñanza. Al final en vez de un 5% llega un 10% a la universidad y de esos muchos al paro o subempleo.
ResponderEliminarEse 10% llega peor preparado porque tiene que estudiar junto al 90% que no desea estudios superiores o lo desea y no tiene capacidad (los menos).
Los enseñantes que creen que todos sus estudiantes deben ser futuros universitarios se desesperan.
En la universidad la exigencia baja porque los que llegan están poco preparados.
Yo segregaría por inteligencia a los estudiantes, el 20% (del que llegará sobre la mitad a la universidad) y si se puede en grupos más segmentados con mayor exigencia orientada a la universidad.
El resto con menor exigencia, que aprendan, pero siendo felices, sin suspender tanto, y aunque menos, loque aprendan que lo aprendan bien. Orientados a profesiones, que en el actual mercado de trabajo español, seguro que económicamente les va a ir mejor que a los universitarios.
A todos, además de la formación general, les enseñaría una o dos profesiones relativamente sencillas, y de relativamente mucha demanda, como hostelería y construcción por decir algunas.
No digo que haya una discriminación tal que desde pequeño se impida a un voluntarioso llegar a la universidad. Simplemente que los más inteligentes puedan ir a su ritmo, y no fracasen escolarmente, por falta de incentivos o ambiente hostil al empollón. Ni los otros por no poder seguir un ritmo mínimo para acceder a la universidad, a la que no pretenden acceder.
Para mi el principal fallo es que como antes, el que estudiaba era para ir a la universidad, y el resto no estudiaban, ahora como estudian todos, se le supone que todos deben ir encaminados hacia la universidad.
Ese plateamiento de base es erróneo, y aunque a nadie debe negársele el derecho a ir a la universidad, no es hacer de menos, pecuniariamente, incluso de más, orientar, desde bien pequeños a cada uno hacia los caminos en los que mejor va a cuadrar en esta sociedad, dejando abiertos los otros, y dándole formación para trabajar en varios además de una cultura general divertida, nada memorísitica.
De que sirve saberse que obras escribió Cervantes de memoria, no sería más útil que se leyeran una novela ejemplar, y que se la contasen, por grupos a sus compañeros para conocerlo. la asignatura de literatura debería enseñar a leer y disfrutar de la literatura y no a memorizar datos inútiles que no incentivan a la lectura. estos mismos datos, a los más inteligentes, les pueden ayudar a disfrutar la lectura en paradigmas superiores, disfrutando mucho más, entendiendo mucho mejor lo que leen. Pero independientemente de los conocimientos previos ¿Quien no ha disfrutado leyendo el licenciado vidriera?.
En fin, que como en todo mercado, producto o servicio, segmentar es una gran solución, y el primero que se atreva - sé que a algunos esto les suena a autoritario, pero desde mi punto de vista no lo es - ganará en felicidad de los alumnos, y creo que mucha más de los menos inteligentes que de los más que siempre son más inconformistas, y menos felices, pues "se comen más el coco"
Vaya tela!Leeros ha sido para mí angustioso. Soy una madre de niño y niña, los dos en primaria y en una Escuela Pública,mi trabajo fuera de casa es la escuela(pero sin ánimo de lucro),mis hijos no van al comedor escolar,no tengo beca para nada,
ResponderEliminarpero si un plan de refuerzo que está ayudando a que mi hijo,que tiene 11 años,comprenda mejor las matemáticas.¿Qué os pasa? dibujais un futuro muy negro,existen todo tipo de ayudas,hay maestr@s buenos y malos,padres y madres que pasan de todo y otros que se implican y participan,niñ@s buenos estudiantes y niñ@s malos estudiantes y maleducados, pero no nos quitéis la ilusión !por favor! luchamos por mejorar la Educación,la que me toca,como madre y como Ampa,dentro y fuera de la escuela.
Es una cadena de errores echar las culpas de todo lo que no funciona a los demás,pero ¿que hacemos nosotros para resolverlos.
Saludos.