jueves, 18 de diciembre de 2008

Intentar una nueva perspectiva

Le decía a Ruth en su blog que hoy voy a intentar una nueva perspectiva de ver las cosas, una perspectiva aún más positiva. Hay veces que me enfado conmigo mismo por sentirme molesto por lo que se hace en ciertos ámbitos políticos o institucionales. Hay veces que no me puedo sustraer de valorar en vez de entender que lo que se hace mal es consecuencia del no-saber.

Incluso asumiendo aquello que afirmaba Heráclito, esto es, que la guerra está en la naturaleza general de las cosas. Entiendo que hay guerras y guerras. A batallas de amor, campo de plumas sostenía Luís de Góngora.

Cada manifestación es determinada por el pasado y también por el futuro. Detrás de un síntoma hay un propósito, un fondo que, para adquirir formas, tiene que utilizar las posibilidades existentes.

Como conjugar este pensamiento con las certeras sentencias de Casanova o Galilei, qué propósitos encierran los aconteceres de nuestra vida. "Corre grave riesgo en este mundo quien emprende el difícil oficio de desengañar a los engañados" Giacomo Casanova. "No se puede enseñar nada a nadie, sólo ayudarlo, si se deja, para que lo piense con su propia cabeza" Galileo Galilei. Cómo desengañar, como ayudar sin lastimar y sin ser lastimado.

Lo que nosotros amamos o aborrecemos en otra persona está siempre en nosotros mismos. Hablamos de amor cuando el otro refleja una zona de la sombra que en nosotros asumiríamos de buen grado, y hablamos de odio cuando alguien refleja una capa muy profunda de nuestra sombra que no deseamos ver en nosotros. Carl Gustav Jung era un verdadero genio, un genio no lo suficientemente reconocido.

Nuestro mundo interior existe en diferentes niveles de conciencia. Qué duro es la camino que nos lleva al autoconocimiento.

5 comentarios:

  1. Con respecto al primer párrafo de tu post, considero que eres demasiado benévolo al entender que lo que se hace mal es consecuencia del no saber (aunque he de reconocer que me congratula la benevolencia en las personas, me hace no perder la esperanza). Bien es cierto que cualquiera puede cometer errores, consecuencia en este caso, como bien dices del no-saber, pero considero que hay gente que no quiere saber, que no admite otros puntos de vista, que creen estar en posesión de la verdad, a las que, en muchos casos, sus malas artes, su juego sucio les ha valido para mantenerse y no están en ningún caso dispuestas a que nadie pueda desbancarles de su posición privilegiada. Han agudizado el ingenio para no ser desplazados, se han llegado incluso a mimetizar con un entorno como el que tú propugnas, más afectivo, más cercano a los ciudadanos, con mayor calor humano. Sólo que esto es únicamente una estrategia, la que toca en ese momento con el único objetivo de seguir estando en la misma posición privilegiada que hasta ese momento, cambian las formas que no el fondo, resumiendo sería algo así como viene a expresarlo la manida frase: “si no puedes acabar con tu enemigo, únete a él”.

    Cambiando de tercio, pero siguiendo con el desarrollo del post, quisiera también apuntar algo sobre la frase que mencionas de Casanova. No la conocía, pero encierra una gran verdad en ella. Es complicado desengañar a los engañados, ¿cómo se recupera la confianza?, hechos son amores…considero que es la única forma de recuperarla, demostrar que no se volverá a defraudar al engañado, tarea ésta dificil, pues la confianza se tarda poco en perder y mucho en volver a ganar (en algunos casos es imposible, depende de las dimensiones del engaño y del daño causado).

    Con respecto a la segunda frase: “No se puede enseñar nada a nadie...”, me recuerda a la expresión, mucho más coloquial de: “no des peces al hambriento, enséñale a pescar”.

    Y por último decir que sí, que es duro el camino hacia el autoconocimiento, es duro asumir que somos como somos y no como queremos ser (aunque no por ello debemos ser conformistas, ni siquiera con nosotros mismos), es duro verse en situaciones críticas y sólo entonces saber cómo somos capaces de reaccionar, quizás de forma muy distinta a cómo hubiéramos imaginado, en definitiva, a veces se hace muy duro vivir, pero merece la pena intentarlo.

    Un saludo,

    María.

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  2. Hola María:

    Haces un inteligente comentario a mi post. Te lo agradezco enormemente. Tu comentario me resulta muy clarificador.

    Comparto contigo que las cosas deben de cambiar, que aquell@s que no-saben han de dejar paso a l@s que saben. La cuestión está en como hacerlo sin herir y sin ser heridos. Pero hacerlo hay que hacerlo.

    A ciert@s engañad@s que no quieren pensar las cosas con el corazón también se los debe de desplazar por aquell@s que desde el corazón y la empatía actúan.

    Mi preocupación está en el saber hacer, en saberlo hacer con arte, de forma gozosa y lúdica; sin sufrimiento. En hacerlo con ingenio e imaginación.

    Ahí es donde surgen mis dudas por mi falta de solvencia aún para acometerlo. Pero estoy seguro que aportándonos mutuamente sugerencias y propuestas lo conseguiremos.

    Recibe un abrazote amiga María.

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  3. Muy interesante vuestros comentarios, yo pienso que la clave es la transformación individual. Soy muy escéptico con las transformaciones colectivas,que a veces no son más que maniobras para que todo siga igual como ha apuntado María con acierto.

    Yo soy de los que piensa que más difícil convencer a una persona que a 1000 y eso en el terreno de la política se ve muy claramente.
    Cuando no tenemos el " apoyo " del rebaño, nos cuesta tomar partido por algo porque no sabemos que hará el otro.

    El autoconocimiento en realidad no es díficil, al contrario es muy sencillo pero con tantas trabas y distracciones que nos ha impuesto el mundo en el que vivimos se nos ha puesto muy cuesta arriba.

    Saludos.

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  4. Hola Gadiel Turi:

    Tienes razón en lo autoconocimiento, la sociedad impone muchísimas trabas y distracciones que lo hacen difícil.

    No obstante hemos de seguir intentándolo.

    El post que subo hoy a mi blog habla de formas diferentes de analizar y de socializar.

    Recibe un abrazote amigo.

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  5. Hola Javier. Me alegra que opines acerca de mi comentario que es clarificador. Estoy convencida que a buen entendedor…

    Lamentablemente tampoco conozco la fórmula magistral para desplazar de forma gozosa y lúdica a quiénes deben ser desplazados, pues ellos y pese a que existan motivos más que sobrados para hacerlo, siempre entenderán que han salido perjudicados, pues no renuncian voluntariamente, sino que son desplazados y el desplazamiento no conlleva voluntariedad.

    Pero el relevo en muchos casos es necesario, cuando algo está viciado, corrompido, máxime cuando la gran mayoría de la ciudadanía así lo entiende, es necesario apartarlo, sustituirlo por nuevas formas de actuar, por ilusiones renovadas que se materialicen en personas, que además de saber llevar a cabo los cometidos propios de su parcela de actuación, sean personas de buena fe, garantes de esos componentes afectivos que señalabas, cuales son: cariño, amor, cercanía, empatía. Los conocimientos se pueden llegar a aprender, pero no así los componentes afectivos que debieran acompañarlos, en algunos casos es imposible, si no hay receptividad ni interés por el destinatario en que así sea, cuando incluso se enorgullece de ser como es y critica a quien considera es buena persona, por entender que es débil.

    Entiendo que para que una “lucha” sea equitativa ambos adversarios deben disponer y hacer uso de los mismos medios de ataque y defensa. El amor, tan importante para muchos de nosotros, no es un instrumento del que todos hagan uso, antes al contrario, es sustituido por el daño, la mentira, por el todo vale mientras yo consiga mis propósitos, teniendo a su alcance cualquier medio que se le antoje, pues no conocen de límites, el único límite es su permanencia en el puesto que ocupa.

    En todo caso entiendo que se debe desplazar a quienes actúan desde la maldad (en muchas ocasiones jactándose de ello, sin ningún tipo de pudor), hay que devolver la ilusión a la ciudadanía, hay que demostrar que es posible, que la gente buena no siempre tiene que ocupar un puesto secundario o ni eso, que no tiene por qué ser siempre así, que no todos somos borregos, que donde exista un mal, debe ser extirpado para que no contagie y acabe matando la ilusión del resto.

    Un saludo amigo Javier,

    María.

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