Mantienen algunos partidos políticos de cataluña que su región/país/nación paga mucho al estado y recibe poco del mismo. Para sostener este argumento se barajan los datos de las balanzas fiscales.
El punto de vista antagónico a este defiende que los que pagan los impuestos son las personas físicas o jurídicas y no los territorios. Desde Extremadura, como dice su presidente, se apuesta "por el papel cohesionador y vertebrador del Estado", así como por evidenciar que el debate sobre balanzas fiscales es un falso debate que únicamente persigue el objetivo de "enfrentar a los territorios y perjudicar a las personas que son las beneficiadas de la acción de la administración".
Alguien se puede preguntar ¿quién tiene razón en este asunto? La Constitución, nuestra Constitución, la que dice que la soberanía nacional reside en el pueblo, se decanta claramente por el segundo modelo. Es más, ese pueblo en el que reside la soberanía nacional elige a sus legítimos representantes y el actual reparto de escaños por grupo parlamentario, emanado de esta voluntad ciudadana, es:
Grupo Parlamentario Socialista (164 miembros)
Grupo Parlamentario Popular (147 miembros)
Grupo Parlamentario Catalán CiU (10 miembros)
Grupo Parlamentario de Esquerra Republicana ERC (8 miembros)
Grupo Parlamentario Vasco EAJ-PNV (7 miembros)
Grupo Parlamentario de IU-IC Verds (5 miembros)
Grupo Parlamentario Mixto (9 miembros)
Esta evidencia muestra que PSOE y PP suman 311 diputados, frente a los 29 del resto de fuerzas políticas. O no se sumar, o 311 diputados son más que 29; o por lo menos esto es lo que creo yo.
Como bien dice Guillermo Fernández Vara, los dos grandes partidos ocupan "prácticamente todo el espectro político". A partir de ahí no cabe más que ser consecuentes y respetar la rotunda voluntad ciudadana y legislar en consecuencia en el sentido que la misma determina.
Eso no quita -es más, es lo que alienta- que regiones como Extremadura, que no quieren ser ni país ni nación pues son universales, sigan con su imparable ritmo por autodeterminarse en lo económico. Nuestros datos, sin perniciosos triunfalismos y complacencias, así lo avalan: Extremadura cuenta con el mayor número de personas activas (476.000) y de ocupados (417.000) de su historia, y con la tasa de paro más baja, el 12,3 por ciento; nuestro crecimiento como región ha sido, en los últimos 5 años, del 3.51 por ciento, el tercero más alto de España; el crecimiento del IPI (índice de producción industrial) ha sido del 12,1 por ciento frente al 3.5 por ciento de España; y todo ello acompañado por un crecimiento del empleo del 18.9 por ciento.
Mi apoyo por tanto al Gobierno extremeño en ese empeño para que se reconozca a Extremadura por el imparable avance de su economía, por el dinamismo de su sociedad, por el empuje y la esperanza en el futuro que anida en todos los extremeños. Con estos ritmos de crecimiento pronto Extremadura será autosuficiente y nos podremos autodeterminar económicamente, significando ello no depender de nadie más que de nosotros mismos para sufragar los gastos que garantizar los derechos constitucionales a nuestros ciudadanos supongan; autodeterminación económica, por otra parte, que es la única a la que los extremeños, como pueblo, aspiramos.
Fdo.: Javier Caso Iglesias. Plasencia (Cáceres)
El punto de vista antagónico a este defiende que los que pagan los impuestos son las personas físicas o jurídicas y no los territorios. Desde Extremadura, como dice su presidente, se apuesta "por el papel cohesionador y vertebrador del Estado", así como por evidenciar que el debate sobre balanzas fiscales es un falso debate que únicamente persigue el objetivo de "enfrentar a los territorios y perjudicar a las personas que son las beneficiadas de la acción de la administración".
Alguien se puede preguntar ¿quién tiene razón en este asunto? La Constitución, nuestra Constitución, la que dice que la soberanía nacional reside en el pueblo, se decanta claramente por el segundo modelo. Es más, ese pueblo en el que reside la soberanía nacional elige a sus legítimos representantes y el actual reparto de escaños por grupo parlamentario, emanado de esta voluntad ciudadana, es:
Grupo Parlamentario Socialista (164 miembros)
Grupo Parlamentario Popular (147 miembros)
Grupo Parlamentario Catalán CiU (10 miembros)
Grupo Parlamentario de Esquerra Republicana ERC (8 miembros)
Grupo Parlamentario Vasco EAJ-PNV (7 miembros)
Grupo Parlamentario de IU-IC Verds (5 miembros)
Grupo Parlamentario Mixto (9 miembros)
Esta evidencia muestra que PSOE y PP suman 311 diputados, frente a los 29 del resto de fuerzas políticas. O no se sumar, o 311 diputados son más que 29; o por lo menos esto es lo que creo yo.
Como bien dice Guillermo Fernández Vara, los dos grandes partidos ocupan "prácticamente todo el espectro político". A partir de ahí no cabe más que ser consecuentes y respetar la rotunda voluntad ciudadana y legislar en consecuencia en el sentido que la misma determina.
Eso no quita -es más, es lo que alienta- que regiones como Extremadura, que no quieren ser ni país ni nación pues son universales, sigan con su imparable ritmo por autodeterminarse en lo económico. Nuestros datos, sin perniciosos triunfalismos y complacencias, así lo avalan: Extremadura cuenta con el mayor número de personas activas (476.000) y de ocupados (417.000) de su historia, y con la tasa de paro más baja, el 12,3 por ciento; nuestro crecimiento como región ha sido, en los últimos 5 años, del 3.51 por ciento, el tercero más alto de España; el crecimiento del IPI (índice de producción industrial) ha sido del 12,1 por ciento frente al 3.5 por ciento de España; y todo ello acompañado por un crecimiento del empleo del 18.9 por ciento.
Mi apoyo por tanto al Gobierno extremeño en ese empeño para que se reconozca a Extremadura por el imparable avance de su economía, por el dinamismo de su sociedad, por el empuje y la esperanza en el futuro que anida en todos los extremeños. Con estos ritmos de crecimiento pronto Extremadura será autosuficiente y nos podremos autodeterminar económicamente, significando ello no depender de nadie más que de nosotros mismos para sufragar los gastos que garantizar los derechos constitucionales a nuestros ciudadanos supongan; autodeterminación económica, por otra parte, que es la única a la que los extremeños, como pueblo, aspiramos.
Fdo.: Javier Caso Iglesias. Plasencia (Cáceres)
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