Un nuevo informe del Inem, que publica El Periódico Extremadura, analiza la situación laboral de los menores extremeños de 30 años. Del mismo se pueden sacar varias conclusiones que podemos generalizar.
Tenemos un mercado laboral altamente precarizado, en algunos sectores, como así indica el citado informe, el 90% de los contratos formalizados son temporales.
Extremadura cuenta con los salarios más bajos de España y de Europa.
Las jornadas laborales de los asalariados extremeños resultan ser las más largas del país.
A pesar de todo ello nuestra productividad como región y como país está por los suelos, siendo una de las más bajas de la UE; en concreto somos el tercer país, por la cola, en cuanto a productividad. Citemos como evidencia de lo que afirmo otro estudio, en este caso el llevado a cabo por IESE y Adecco en el que llegan a la conclusión: "España es el país en el que más largas son las jornadas laborales y menor rendimiento se obtiene por hora trabajada".
Por otra parte paradójico puede parecernos que los tres países con menor jornada laboral (Holanda, Alemania y Bélgica) se encuentran entre los cuatro en los que la productividad por hora es mayor.
A que reflexión debería llevarnos esta tozuda realidad. Pues a la que desde hace ya tiempo nos vienen recomendando los gurús del management y que en resumen podría ser: motivación, implicación y participación para mejorar la producción.
Esperemos por tanto que la patronal extremeña y española, tanto la privada como la pública, abandonen sus osificados y obsoletos criterios de gestión empresarial; desterrando para ello su inveterada sospecha a la intervención activa de los trabajadores en la planificación, gestión, administración y gobierno de las mismas. Pues como marca y muestra la evidencia, en aquellos países donde esta implicación y participación se da, la productividad se ve considerablemente incrementada.
De no ser así nos encontraremos con muchos "trabajadores de trastienda", aquellos que entienden que si el mercado laboral es "como la feria de Valverde, en el que más pone más pierde"; trabajadores que optarán por encontrar formas ingeniosas de evadirse del mismo: "Estar pero sin estar en él".
Fdo.: Javier Caso Iglesias. Plasencia (Cáceres)
Tenemos un mercado laboral altamente precarizado, en algunos sectores, como así indica el citado informe, el 90% de los contratos formalizados son temporales.
Extremadura cuenta con los salarios más bajos de España y de Europa.
Las jornadas laborales de los asalariados extremeños resultan ser las más largas del país.
A pesar de todo ello nuestra productividad como región y como país está por los suelos, siendo una de las más bajas de la UE; en concreto somos el tercer país, por la cola, en cuanto a productividad. Citemos como evidencia de lo que afirmo otro estudio, en este caso el llevado a cabo por IESE y Adecco en el que llegan a la conclusión: "España es el país en el que más largas son las jornadas laborales y menor rendimiento se obtiene por hora trabajada".
Por otra parte paradójico puede parecernos que los tres países con menor jornada laboral (Holanda, Alemania y Bélgica) se encuentran entre los cuatro en los que la productividad por hora es mayor.
A que reflexión debería llevarnos esta tozuda realidad. Pues a la que desde hace ya tiempo nos vienen recomendando los gurús del management y que en resumen podría ser: motivación, implicación y participación para mejorar la producción.
Esperemos por tanto que la patronal extremeña y española, tanto la privada como la pública, abandonen sus osificados y obsoletos criterios de gestión empresarial; desterrando para ello su inveterada sospecha a la intervención activa de los trabajadores en la planificación, gestión, administración y gobierno de las mismas. Pues como marca y muestra la evidencia, en aquellos países donde esta implicación y participación se da, la productividad se ve considerablemente incrementada.
De no ser así nos encontraremos con muchos "trabajadores de trastienda", aquellos que entienden que si el mercado laboral es "como la feria de Valverde, en el que más pone más pierde"; trabajadores que optarán por encontrar formas ingeniosas de evadirse del mismo: "Estar pero sin estar en él".
Fdo.: Javier Caso Iglesias. Plasencia (Cáceres)
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