lunes, 21 de mayo de 2007

La carencia de afectividad entre los candidatos

La semana pasada se suscitaron múltiples interpretaciones sobre el debate entre los candidatos a la Presidencia de la Junta de Extremadura. Más todas ellas se centraron sobre lo que estos dijeron, ninguna sobre lo que hicieron.

¿Qué a que me estoy refiriendo cuando aludo a lo que hicieron? Pues sencillamente a su comportamiento en relación con ellos mismos una vez llegaron al estudio de televisión y que mantuvieron hasta que salieron del mismo.

A alguien como a mí que atiende más y al que le es más significativo el comportamiento de las personas que lo que estas dicen -por sus hechos los conoceréis-, me han sorprendido, y mucho, todos los comentarios habidos sobre la frialdad de trato que los candidatos, entre ellos, se dispensaron.

Esta es una evidencia que deben los candidatos reconducir adecuadamente, pues desde el extrañamiento, la desconfianza y el recelo, entre aquellos que nos han de representar y en relación con ellos mismos, poco bueno se puede cosechar.

No hace falta ser un gran experto en gestión para entender que una colaboración fructífera entre nuestros representantes, que alcance los máximos niveles de exigencia, efectividad y servicio al ciudadano, solo se puede lograr si los aspectos afectivos, emotivos y receptivos se cuidan y cosechan entre ellos.

Y dado que los ciudadanos apostamos en esta legislatura por poner el listón muy alto, tanto al futuro gobierno regional como a su oposición, en cuanto a demandar de ellos máximos niveles de exigencia, efectividad y servicio al ciudadano; es por lo que encarecidamente requerimos de nuestros candidatos la mejora mutua de su asertividad.

Así que, mis queridos amigos Guillermo, Carlos y Víctor, llévense bien y entiendan que la firmeza está reñida con la hostilidad.

Fdo.: Javier Caso Iglesias. Plasencia (Cáceres).

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