domingo, 17 de junio de 2012

GRECIA: Frente Amplio de Izquierdas (SYRIZA) o Barbarie

Nos hace llegar nuestro compañero de Construyendo LA IZQUIERDA Rafael Sainz una profunda reflexión sobre Grecia, nos dice que La Troika, usando malas artes, esta metiendo miedo a los griegos con la finalidad de que gane o Nueva Democracia o el PASOK -inimaginable que el enemigo liberal se una a una formación que aún se denomina socialista-, pero tengo la ilusión de que SYRIZA gane las elecciones.

En el mismo sentido que Rafael Sainz se pronuncian, frente a La Troika, los intelectuales europeos apoyando a SYRIZA. Pensadores como Rancière, Michael Lowy, Toni Negri, Tariq Ali o Giorgio Agamben firman un manifiesto de apoyo a la izquierda griega invocando a la "refundación" de Europa

Mi respuesta, ante esta situación, es la siguiente: Los neoliberales defienden sus intereses como siempre lo han hecho. Esto no nos debe de asustar, así veremos de qué pasta está compuesta SYRIZA. Yo creo que aguantará bien la embestida. El que debe de madurar y ser un poco más consecuente, abandonando su sectarismo, es el KKE, esto es, el Partido Comunista Griego. Si sumara sus fuerzas a SYRIZA todo sería más fácil, pero ya sabemos en la ceguera que viven los iluminados que se creen en posesión de la verdad absoluta.

Los hechos del Partido Comunista Griego (KKE) contradicen su discurso. Sus palabras son como los cantos de las sirenas y, frente a ellos, hay que sujetarse fuertemente a los principios como hizo Ulises para no perderse en fantasmagorías, estas sí pequeño burguesas. En el momento actual opciones políticas como el Partido Comunista Griego (KKE) juegan un papel similar al que en su día llevó a cabo el el Partido Comunista de Alemania (KPD) dirigido por Ernst Thälmann.

Hace un tiempo escribía sobre esta realidad diciendo lo siguiente: Mi admirado Valeriano Orobón Fernández ya advertía lo que podría ocurrir, y al final terminó ocurriendo, en la Alemania de los años treinta si las organizaciones de izquierda seguían instaladas en sectarismos y, cuya consecuencia, fue que Hitler alcanzara el poder.

También Trotsky intentó hacer lo que pudo para hacer ver a los comunistas (organización política que contaba por aquél entonces con un importante grupo parlamentario) la necesidad de establecer lazos con la Socialdemocracia Alemana, estas son sus palabras: “Para la burguesía monopolista, los regímenes parlamentario y fascista no son más que instrumentos diferentes de su dominación: recurre a uno u otro según las condiciones históricas”, pero es un crimen no ver las contradicciones relativas entre el fascismo y la socialdemocracia: “La socialdemocracia, el principal representante hoy del régimen parlamentario burgués, se basa en los obreros. El fascismo se basa en la pequeña burguesía. La socialdemocracia no puede tener influencia sin las organizaciones obreras de masas. El fascismo no puede instaurar su poder sino una vez destruidas las organizaciones obreras. El Parlamento es la arena principal de la socialdemocracia. El sistema fascista se basa en la destrucción del parlamentarismo”. Desde el punto de vista de la clase dominante, no existía diferencia. Pero desde el punto de vista de la democracia proletaria la diferencia era muy grande: “El punto de partida de la lucha contra el fascismo no es la abstracción del Estado democrático, sino las organizaciones vivas del proletariado, en la que está concentrada toda su experiencia y que preparan el porvenir”.

A pesar de estas advertencias y como bien nos ilustra la socorrida Wikipedia, el Partido Comunista de Alemania (KPD, en alemán: Kommunistische Partei Deutschlands) dirigido por Ernst Thälmann, aplicó la línea de la Internacional Comunista, sosteniendo que el capitalismo estaba entrando en una profunda crisis, y que los sindicatos y el SPD eran organizaciones socialfascistas y el principal enemigo político, antes incluso que los nazis.

En el periodo de la República de Weimar, el KPD se mantuvo como una fuerza electoral sólida, ganando 100 diputados en las elecciones de 1932. En las presidenciales de ese mismo año, Thälmann obtuvo un 13,2% de los votos.

A pesar de ello, en el mismo periodo el KPD siguió la política del Tercer Periodo, argumentando que el principal enemigo eran los socialdemócratas. Esta política evitó una alianza de la izquierda contra el nazismo que podría haber impedido la subida de Hitler al poder sin violencia.

Y tras esta lección que nos da la historia, ahora volvamos a lo nuestro.

SYRIZA es un frente amplio que agrupa desde socialdemócratas hasta eurocomunistas, pasando por ecologistas, anticapitalistas, feministas, pacifistas, etc...

Pienso que SYRIZA aguantará bien la embestida de La Troika y la opción política que debe de madurar y ser un poco más consecuente, abandonando su sectarismo, es el KKE, esto es, el Partido Comunista Griego. Si sumara sus fuerzas a SYRIZA todo sería más fácil, pero ya sabemos en la ceguera que viven los iluminados que se creen en posesión de la verdad absoluta.

1 comentario:

  1. El miedo como elemento condicionador. Esto huele cada día peor y quiere esconderse el problema con una pegatina de dos responsables.

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