Dejad que los muertos entierren a sus muertos, y tú, que estás vivo, ¡sígueme!

Le decía hoy a nuestro Soñador, en el Blog de Rosdel, que antes de los argumentos hay que buscar personas con espíritu. Desde los tiempos de Jesús, e incluso antes, se enunciaba aquello que este dijo: "Dejad que los muertos entierren a sus muertos, y tú, que estás vivo, ¡sígueme!"

Bien está saber hacia dónde queremos ir, pero esto es una labor que establece un equipo. Si juntamos vivos de espíritu junto a muertos de espíritu no vamos a ninguna parte. Hay que activar a la sociedad para que siga sólo a los vivos de espíritu, los muertos se han de dedicar a lo único que saben, enterrar a sus muertos.

A nivel político hay mucho muerto viviente carente de espíritu y, para hacer una buena labor pedagógica, institucional o social, se han de ir señalando. De no ser así la ciudadanía pensará que todos son/somos iguales. Y esto es algo muy negativo para el desarrollo.

Ejemplos:
- El crack económico ha sido debido, como todos los líderes mundiales han reconocido, a falta de control y la codicia de Wall Street y sus imitadores. La desidia institucional que ha posibilitado esta falta de control es consecuencia de los muertos vivientes que están apoltronados y colocados al frente de las instituciones.
- A nivel educativo nos pasa lo mismo, los resultados académicos son vergonzosos, el índice de abandono escolar es del 30%, a esto hay que sumarle el 37% de fracaso académico en la ESO, el 46% en el Bachillerato, el 50% en la Universidad. Y lo único que se sabe hacer por parte de la administración educativa y de los "profesionales" de la educación es culpar a los padres y madres de los alumn@s. No reconocen que su método está fracasado por la gran cantidad de muertos vivientes que ejercen de docente. ¿Cómo pueden exigir a unos padres de alumnos más atención? No saben acaso que la mayoría carece de una instrucción adecuada, que han sido víctimas también -un altísimo porcentaje- del fracaso académico, que trabajan los dos miembros de la unidad familiar en un mercado laboral precarizado en el cual las horas se suelen dilatar hasta el infinito y más.
- Incluso en la captación de recursos por la Agencia Tributaria y el Ministerio de Economía hay desidia y muchos muertos vivientes. Ayer quedaba los datos en el blog de Feluky. Existe en España una bolsa de fraude fiscal de 240.000 millones de euros. Los Técnicos de Hacienda estiman que con un plan eficaz de lucha contra el fraude, la Agencia Tributaria (AEAT) podría reducir en diez puntos porcentuales las bolsas de fraude en España, y hacerlo converger con la Unión Europea, hasta el 13% del PIB, lo que significaría aflorar cerca de 90.000 millones de euros y recaudar -vía impuestos- unos 25.000 millones de euros adicionales que permitirían incrementar el presupuesto relacionado con gasto social y otras necesidades.

Opino, por ello, que hay que tener cuidado con los muertos vivientes. Sugiero pues seguir la recomendación de Jesús de Nazaret: "Dejad que los muertos entierren a sus muertos, y tú, que estás vivo, ¡sígueme!"

O ese otro argumento de Don Miguel en favor de los vivos y en contra de los muertos, en favor de Eros y en contra de Tánatos: Nos decía Miguel de Unamuno, en su libro Vida de Don Quijote y Sancho, que "escribí aquel libro para repensar el Quijote contra cervantistas y eruditos, para hacer obra de vida de lo que era y sigue siendo para los más letra muerta. ¿Qué me importa lo que Cervantes quiso o no quiso poner allí y lo que realmente puso? Lo vivo es lo que yo allí descubro, pusiéralo o no Cervantes, lo que yo allí pongo y sobrepongo y sotopongo, y lo que ponemos allí todos".

Como podéis observar Unamuno también buscaba, tras los argumentos, lo vivo.