¿Qué es un círculo de pensamiento?

Un círculo de pensamiento es un estar cerca para sentirnos cerca. Ya terminó el mundo de las yuxtaposiciones, ahora nuestro mundo es un mundo de integraciones. Antes el ciudadano, el político, el agente social, el responsable institucional estaban yuxtapuestos, podían ocupar un mismo espacio pero no compartir nada en común. Un círculo en un tirarnos todos a la arena del ruedo. Es torear los problemas al "alimón". Es, en definitiva, INTEGRAR.

Y desde el círculo plantearnos la efectividad y la imaginación combinadas. Hemos de ser, por tanto, operativos, muy operativos. Es un gran paso hacer integraciones, pero hemos de demostrar en la práctica -a través de la ejecución de proyectos concretos- que esta fórmula reporta mejores resultados que la yuxtapuesta. Un círculo es un hacer germinar puntos de vista innovadores, soluciones capaces de hacer y de actuar con eficacia. Gran y hermosa palabra: GERMINAR.

Para germinar hay que dejar entrar en su seno formulas capaces de revitalizar mundos nuevos en personas parecidas. Donde otros no llegan nosotros traspasamos. Y traspasamos porque saliendo de puntos diferentes y con personalidades distintas enfocaremos el camino para llegar a un lugar mejor. Por aportar conceptos con la suficiente entidad y consistencia de poder aplicarse en cualquiera de los territorios. Aquí encontramos otra bella palabra definitoria: APLICABILIDAD.

"Por sus hechos los conoceréis" que diría Jesús de Nazaret. "Debí juzgarla por sus actos y no por sus palabras" que diría Antoine de Saint-Exupéry por boca de "El Principito". Nuestra seña de identidad es lo que creemos sin llegar a un tipo de credo para recitar y ser olvidado. El lenguaje ciudadano es nuestra filosofía, lo que no se puede entender no merece la pena ser explicarlo. El lenguaje es una herramienta, nos aclararía Vigostky; y debe de ser la herramienta del pueblo soberano para decir qué es lo que quiere y cómo lo quiere. Porque nosotros, nuestro círculo, como el pueblo soberano y descamisado, surgimos de la dificultad y buscamos remedios duraderos para encontrar puertas de salida factibles. Esta es la aspiración de un pueblo sin fantasmagorías, un pueblo que cree en los actos y en los hechos: la FACTIBILIDAD.

El hombre debe crecer al mismo ritmo que con lo que inventa y con lo que piensa. Juntar la cima con el valle y tener el mismo cielo por característica común. Desde la Antropología Cultural se nos diría que esta es la esencia del ser humano, aquello que hemos estado haciendo a lo largo de la historia sin darnos cuenta, sin ser conscientes de ello. Para avanzar más deprisa hacia la senda de la humanidad hemos de entender que la historia es una constante adaptación entre el desarrollo de las fuerzas productivas (la tecnología que nos diría Marvin Harris para aclarar el concepto) y las relaciones sociales y de producción (nuestras formas humanas de organizarnos para hacer y para decidir). Cuando se produce una crisis es cuando existe una disonancia cognitiva que diría León Festinger. Cuando nos damos cuenta que la tecnología nos permite vivir mejor siempre y cuando nos organicemos mejor. Ahora nos estamos dando cuenta que la tecnología nos permite -a todos- hacer un mayor seguimiento y control de la actividad de las entidades financieras, es por tanto el momento de reorganizarnos mejor para poder aplicar adecuadamente esa tecnología para que acontecimientos como los que estamos viviendo generados por "Activos Tóxicos" (eufemismo para evitar palabras mayores como estafa, timo, atraco, asalto y demás vocablos acreditados como acertadamente nos ilustra El País) no vuelvan a repetirse. Controlar por tanto a aquellos que hasta ahora no se dejaban controlar mediante esa fabulosa herramienta llamada TECNOLOGÍA.

En definitiva, cambiar no solo la forma de pensar sino la forma de desarrollarnos con el marco de la imaginación. Hacer de lo sencillo el don de lo trascendental y hacerlo cotidiano. Pensar para hacer pensar, abrir caminos por sitios transitables sin ningún tipo de objeción o requerimiento previo. Todo ello sin caer en un surrealismo ilógico, explicar lo que vemos y difundirlo. Meternos en lo sencillo viniendo de un argumento profundo sin la destilación de lo inexplicable. Meternos en lo sencillo, en lo cotidiano y hacerlo TRANSITABLE.

Integremos por tanto para germinar ideas aplicables y factibles mediante las tecnologías que tenemos a nuestra mano al objeto de hacer un mundo más transitable para todos.