Hoy le hacía llegar a Guillermo unas reflexiones de Frederick B. Skinner relativas a como nuestra manera de ser social es la que determina nuestra conciencia. Te las hago llegar a ti también por el hecho necesario, para el fomento de la democracia participativa, de no solamente quedarnos en el establecimiento de medidas legislativas (ámbito por excelencia de la superestructura); sino transformar el entorno por el único método dialécticamente científico que existe y que por la práctica prueba que se dirige a la estructura, esto es, el llamado a comprender que el capitalismo no es fruto de ninguna injusticia humana, ni de un azar histórico, sino que es una fase impuesta como ineludible necesidad por el proceso histórico de la sociedad que transcurre impuesto por las exigencias del incesante e imparable desarrollo de las capacidades creadoras de las fuerzas productivas. Sin más preámbulos te dejo con las citadas reflexiones:
Es nuestra manera de ser social la que determina nuestra conciencia
"Las personas no merecen ni alabanzas ni críticas por lo que hacen. El entorno es el que controla la conducta, de modo que el bien y el mal, si es que existen, residen en él, no en la persona. Parafraseando a Shakespeare en Julio Cesar; se podría decir: La culpa, querido Bruto, es de nuestras contingencias de reforzamiento, no nuestra". F. B. Skinner.
Frederick B. Skinner (1904-1990) siguió a John Broadus Watson en su idea de que no existen los procesos iniciados desde el Sistema Nervioso Central.
Para Frederick B. Skinner, al igual que para John Broadus Watson, el pensamiento no es más que una conducta implícita que a veces tiene lugar entre un estímulo y la conducta explícita resultante.
La tesis central de Frederick B. Skinner, de John Broadus Watson, así como del neorrealista Stephen Pepper, es que la conciencia no desempeña papel causal alguno en la determinación de la conducta. Por tanto se puede concluir, que no es la conciencia del ser humano la que condiciona su manera de ser, sino que es su manera de ser social la que determina su conciencia. Es decir, las ideas, creencias, etc... son una superestructura edificada sobre la base real de la sociedad.
Es nuestra manera de ser social la que determina nuestra conciencia
"Las personas no merecen ni alabanzas ni críticas por lo que hacen. El entorno es el que controla la conducta, de modo que el bien y el mal, si es que existen, residen en él, no en la persona. Parafraseando a Shakespeare en Julio Cesar; se podría decir: La culpa, querido Bruto, es de nuestras contingencias de reforzamiento, no nuestra". F. B. Skinner.
Frederick B. Skinner (1904-1990) siguió a John Broadus Watson en su idea de que no existen los procesos iniciados desde el Sistema Nervioso Central.
Para Frederick B. Skinner, al igual que para John Broadus Watson, el pensamiento no es más que una conducta implícita que a veces tiene lugar entre un estímulo y la conducta explícita resultante.
La tesis central de Frederick B. Skinner, de John Broadus Watson, así como del neorrealista Stephen Pepper, es que la conciencia no desempeña papel causal alguno en la determinación de la conducta. Por tanto se puede concluir, que no es la conciencia del ser humano la que condiciona su manera de ser, sino que es su manera de ser social la que determina su conciencia. Es decir, las ideas, creencias, etc... son una superestructura edificada sobre la base real de la sociedad.
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