Paráfrasis realizada del texto de Jostein Gaarder “los mitos” de su libro “El mundo de Sofía”.
Con el mito, los seres humanos intentan dar respuestas a algo que no entienden. También los griegos tenían su visión mítica del mundo cuando surgió la primera filosofía. Durante siglos, habían hablado de los dioses de generación en generación. En Grecia los dioses se llamaban Zeus y Apolo, Hera y Atenas, Diosisio y Asclepio, Heracles y Hefeso, por nombrar algunos.
Alrededor del año 700 a. de C., gran parte de los mitos griegos fueron plasmados por el escrito por Homero y Hesíodoro. Con esto se creó una nueva situación. Al tener escritos los mitos, se hizo posible discutirlos.
Los primeros filósofos griegos criticaron la mitología de Homero porque los dioses se parecían mucho a los seres humanos. Por primera vez se dijo que quizás los mitos no fueran más que imaginaciones humanas.
Encontramos un ejemplo de esta crítica de los mitos en el filósofo Jenófanes, que nació en el 570 a. de C. “Los seres humanos se han creado dioses a su propia imagen”, decía. “Creen que los dioses han nacido y que tienen cuerpo, vestidos e idioma como nosotros. Los negros piensan que los dioses son negros y chatos, los tracios los imaginan rubios y con ojos azules. ¡Incluso si los bueyes, caballos y leones hubiesen sabido pintar, habrían representado dioses con aspecto de bueyes, caballos y leones!”.