domingo, 24 de diciembre de 2017

Conciso, pero lapidario, análisis del resultado de las elecciones catalanas

Por Javier Caso Iglesias. Analista Político y Activista Social

Por mi parte sigo en la creencia de que el electorado siempre vota al menos malo y a los que más se enteran de por dónde van los nuevos tiempos. Tanto C's con JxC han actuado con la intención de hacerse con un electorado transversal. Cosa que no terminan de creerse los de EC-P a persar de haber teorizado ellos esto de conquistar mayorías a través de la transversalidad. La CUP ha perdido infinidad de votos por quedarse ubicada en el radicalismo testimonial, lo mismo le ha ocurrido a EC-P que hereda el viejo espacio electoral marginal de la peor IU-PCE. Al PSC se lo ha comido C's como al PP. La suerte del PSC ha sido que, a su vez, ha recuperado electorado del que en las anteriores elecciones catalanas votaba a EC-P. Y ERC se estanca por no saber llegar tampoco a ese electorado transversal propio del siglo XXI, un electorado más praxiológico que ideológico y que cree que es más operativa la democracia de los acuerdos por consensos amplios que la poliarquía de la imposición de criterio de parte. Si C's y JxC se vuelven praxiológicos y abandonan los maximalismos ideológicos podrían perfectamente gobernar juntos, pues la clase y grupos sociales que los apoyan son los mismos. También podrían gobernar juntos JxC, ERC y EC-P (con el apoyo exterior del PSC) si decidieran caminar hacia soluciones inclusivas, negociadas y aceptadas por todos los actores políticos, sociales y económicos. Lo que la realidad demanda es una nueva transición y unos nuevos pactos de la Moncloa que reactiven la democracia y la economía y que pongan freno a la poliarquía y a la corrupción; y esto tanto en Cataluña como en España.


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