Por Javier Caso Iglesias | Analista Político
Hace tiempo que no escribía en mi blog. Los seguidores del mismo me preguntaban las razones. La razón es solo una, nada ha cambiado en los últimos meses. El tablero político, lejos de romperse o patearse como en un principio planteaba Podemos, está más impoluto e inmaculado que nunca resguardado por un cuatripartito (PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos) que para nada cuestionan sus formas, usos y costumbres; y menos que nadie, reitero, esa fuerza política emergente llamada Podemos que apareció diciendo que iba a patearlo y a romperlo.
Al final Podemos nos ha enseñado su pata lampedusiana, esa del "algo tiene que cambiar para que todo siga igual"; y todo sigue igual, incluso en las encuestas que ya reflejan ese desgaste de Podemos y que ya solo cifra sus esperanzas en que Susana Díaz gane el congreso del PSOE a Pedro Sánchez; pues si el congreso del PSOE lo gana Pedro Sánchez esa fuerza política emergente llamada Podemos se sumergirá al espacio IU, al espacio del viejo PCE que la lastra. Pues eso y no otra cosa es Unidos Podemos, un PCE refundado en las viejas prácticas, usos y costumbres que el sistema le asignó; esto es, ser el lado marginal izquierdo del tablero político del sistema.
Y ya lo hemos explicado muchas veces cuales son esos lastres. Uno de ellos es confundir poliarquía con democracia, lo que lleva a Unidos Podemos a lo mismos en lo que siempre ha estado Izquierda Unida y el viejo PCE; esto es, a la lucha fratricida permanente que tanto desgasta y tan poco representa a la ciudadanía. Unidos Podemos, como la vieja IU del PCE, no sale de ese bucle; ni en lo interno ni en lo institucional. Solo busca la confrontación poliárquica y no el consenso democrático. No lo busca ni con los suyos propios en lo interno, ni con la sociedad en lo externo para ser hegemónicos en lo institucional. Una verdadera pena el desperdicio de esfuerzos y tiempos que en esta tarea de Sísifo se emplea.
Otro de estos lastres de Unidos Podemos, como de la vieja IU del PCE, es su aferramientos a ideologías alienadoras, a reificaciones y fetiches; en vez de apostar por lo que le sería propio, esto es, por la praxiología, por la filosofía de la praxis; esa teoría de la praxis tan bien explicada y cimentada por Marx en sus Tesis de Feuerbach escritas por él en la primavera de 1845 (https://goo.gl/sgVc9h).
Mientras Unidos Podemos, o cualquier fuerza política progresista que desee hacerse digna representante de la ciudadanía, no entienda esto iremos como ahora vamos y las encuestas evidencian; esto es, perdiendo fuelle político e institucional hasta volver a ser irrelevantes como la vieja IU del PCE. O lo que es lo mismo, seguir representando el lado marginal izquierdo del tablero político del sistema.
Hace tiempo que no escribía en mi blog. Los seguidores del mismo me preguntaban las razones. La razón es solo una, nada ha cambiado en los últimos meses. El tablero político, lejos de romperse o patearse como en un principio planteaba Podemos, está más impoluto e inmaculado que nunca resguardado por un cuatripartito (PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos) que para nada cuestionan sus formas, usos y costumbres; y menos que nadie, reitero, esa fuerza política emergente llamada Podemos que apareció diciendo que iba a patearlo y a romperlo.
Al final Podemos nos ha enseñado su pata lampedusiana, esa del "algo tiene que cambiar para que todo siga igual"; y todo sigue igual, incluso en las encuestas que ya reflejan ese desgaste de Podemos y que ya solo cifra sus esperanzas en que Susana Díaz gane el congreso del PSOE a Pedro Sánchez; pues si el congreso del PSOE lo gana Pedro Sánchez esa fuerza política emergente llamada Podemos se sumergirá al espacio IU, al espacio del viejo PCE que la lastra. Pues eso y no otra cosa es Unidos Podemos, un PCE refundado en las viejas prácticas, usos y costumbres que el sistema le asignó; esto es, ser el lado marginal izquierdo del tablero político del sistema.
Y ya lo hemos explicado muchas veces cuales son esos lastres. Uno de ellos es confundir poliarquía con democracia, lo que lleva a Unidos Podemos a lo mismos en lo que siempre ha estado Izquierda Unida y el viejo PCE; esto es, a la lucha fratricida permanente que tanto desgasta y tan poco representa a la ciudadanía. Unidos Podemos, como la vieja IU del PCE, no sale de ese bucle; ni en lo interno ni en lo institucional. Solo busca la confrontación poliárquica y no el consenso democrático. No lo busca ni con los suyos propios en lo interno, ni con la sociedad en lo externo para ser hegemónicos en lo institucional. Una verdadera pena el desperdicio de esfuerzos y tiempos que en esta tarea de Sísifo se emplea.
Otro de estos lastres de Unidos Podemos, como de la vieja IU del PCE, es su aferramientos a ideologías alienadoras, a reificaciones y fetiches; en vez de apostar por lo que le sería propio, esto es, por la praxiología, por la filosofía de la praxis; esa teoría de la praxis tan bien explicada y cimentada por Marx en sus Tesis de Feuerbach escritas por él en la primavera de 1845 (https://goo.gl/sgVc9h).
Mientras Unidos Podemos, o cualquier fuerza política progresista que desee hacerse digna representante de la ciudadanía, no entienda esto iremos como ahora vamos y las encuestas evidencian; esto es, perdiendo fuelle político e institucional hasta volver a ser irrelevantes como la vieja IU del PCE. O lo que es lo mismo, seguir representando el lado marginal izquierdo del tablero político del sistema.
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