Tengo que confesarlo, soy un incondicional admirador del neuropsicólogo Vigotsky.
De Vigotsky resaltaría su concepto de zona de desarrollo próximo, pues es acertadísima su idea de que únicamente situando a una persona o sabiendo llevar o atraer a una persona (y esto es algo que vale tanto para niños como para adultos) a la zona de desarrollo próximo de otra persona más capaz, conseguiremos la adquisición de nuevos aprendizajes; siempre teniendo en cuenta y respetando que para que se produzca esta evidencia, para que tenga lugar un progreso evolutivo hay que partir del punto donde el niño se encuentra y ser capaces de llevarles un poco más allá.
Consecuencia de ello, y como certeramente establece Vigotsky, las interacciones que únicamente se transforman en desarrollo y en aprendizaje son aquellas que se sitúan en la "zona de desarrollo próximo" del educando.
Y su corolario sería que el altísimo índice de fracaso escolar y académico que nuestro sistema educativo padece no es más que una constatación más que evidente de la incapacidad práctica de desarrollar, o de interiorizar por el cuerpo docente y la familia, unas metodologías que posibiliten situar, llevar o atraer a aquellas personas sobre los que se interviene educativamente a esa "zona de desarrollo próximo" sobre la que Vigotsky teoriza con acierto.
Cuando el carácter y la intervención educativa no resulta significativa y gratificante para la persona que esta siendo educada, sino más bien todo lo contrario, esto es, aversiva, obligada y absurda; las consecuencias no se hacen esperar.
Fdo.: Javier Caso Iglesias. Plasencia (Cáceres)
De Vigotsky resaltaría su concepto de zona de desarrollo próximo, pues es acertadísima su idea de que únicamente situando a una persona o sabiendo llevar o atraer a una persona (y esto es algo que vale tanto para niños como para adultos) a la zona de desarrollo próximo de otra persona más capaz, conseguiremos la adquisición de nuevos aprendizajes; siempre teniendo en cuenta y respetando que para que se produzca esta evidencia, para que tenga lugar un progreso evolutivo hay que partir del punto donde el niño se encuentra y ser capaces de llevarles un poco más allá.
Consecuencia de ello, y como certeramente establece Vigotsky, las interacciones que únicamente se transforman en desarrollo y en aprendizaje son aquellas que se sitúan en la "zona de desarrollo próximo" del educando.
Y su corolario sería que el altísimo índice de fracaso escolar y académico que nuestro sistema educativo padece no es más que una constatación más que evidente de la incapacidad práctica de desarrollar, o de interiorizar por el cuerpo docente y la familia, unas metodologías que posibiliten situar, llevar o atraer a aquellas personas sobre los que se interviene educativamente a esa "zona de desarrollo próximo" sobre la que Vigotsky teoriza con acierto.
Cuando el carácter y la intervención educativa no resulta significativa y gratificante para la persona que esta siendo educada, sino más bien todo lo contrario, esto es, aversiva, obligada y absurda; las consecuencias no se hacen esperar.
Fdo.: Javier Caso Iglesias. Plasencia (Cáceres)
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