jueves, 19 de julio de 2012

Es hora de hablar de una forma clara: Aspiramos y animamos a cambiar las relaciones sociales y de producción

Es hora de hablar de una forma clara: Aspiramos y animamos a cambiar las relaciones sociales y de producción
Javier Caso Iglesias | Analista Político y Activista Social

Le traslado a mis compañeros y amigos de Construyendo LA IZQUIERDA (CLI) que esta es la función, esta es nuestra principal función: hablar de forma clara y decir que ante la nueva situación no valen viejas recetas; se necesita un nuevo paradigma acorde con el siglo XXI en el que vivimos. Esto es lo mismo que hemos de hacer en todos los actos que llevemos a cabo y en los que intervengamos como CLI, así como en las Asambleas que hagamos por toda la geografía presentando nuestra iniciativa de sumar a toda la izquierda alternativa en un frente amplio antineoliberal en el que estemos todas y todos sin exclusiones: Frente Cívico de Anguita, la opción de CEPS y de Constituyentes, las Mesas de Convergencia, la Plataforma de Defensa del Estado del Bienestar y los Servicios Públicos (CCOO, UGT, Mesas, Socialismo 21, Attac y treinta más), IU, Andalucía Abierta, Euskal Herria Bildu (EA, Aralar, Alternatiba, etc...), el Plan de Rescate Ciudadano, de la izquierda DRY, 15M y la Plataforma de Afectados por la Hipoteca-PAH. Pues lo que es obvio es que cada uno no puede seguir en la dinámica de apostar por su propio chiringuito.

Nosotros nos hemos de caracterizar por ser los que más impulsemos los procesos y proyectos unitarios, pero hemos de exigir coherencia y que se lleven a efecto con ganas y verdaderos deseos de unidad. Hemos de hacer ver lo que, desde mi punto de vista, es nuestra "piedra angular", el nuevo modelo de relaciones sociales y de producción que propugnamos: horizontal, profundamente democrático y adhocrático; pues esa "piedra angular", ese nuevo modelo de relaciones sociales y de producción, que es pura filosofía de la praxis, nos llevará mucho más allá que etiquetarnos como una cosa u otra; Si hiciéramos lo contrario, esto es, poner más interés en la etiqueta que en la praxis, nos pude llevar al "algo debe cambiar para que todo siga igual” que diría Giuseppe Tomasi di Lampedusa. (como así también lo cantara Rosa León: http://www.goear.com/listen/c42e86e/las-cosas-van-cambiando-rosa-leon).

Pienso, así lo he trasladado en múltiples ocasiones, que las etiquetas no dejan de ser una reificación sin funcionalidad y sentido y que nos hace seguir en la "Torre de Babel" del narcótico "opio del pueblo" en la que llevamos desde que Marx y Engels opinaron de sus seguidores -aplicable a los actuales- aquella frase lapidaria que decía: "sembramos dragones y cosechamos pulgas"; y que Marx abundó en ella cuando expresó -viendo el escaso entendimiento que tenían sus discípulos, que se proclamaban Marxistas, de lo que exponía en sus obras- aquello de "Si esto es el Marxismo, todo lo que sé es que yo no soy Marxista", frase que reproduce Federico Engels en una carta que dirige a Paul Lafargue).

Esa "piedra angular" es por la que hemos de hacer todo lo demás. Pues esa "piedra angular" es la única que permite la unidad de la diversidad que somos. Yo pregunto ¿Qué otra organización permite con normalidad la militancia múltiple que nosotros practicamos? ¿Qué otra organización anima a sus miembros a organizarse en corrientes de opinión, asociaciones, partidos, etc..., como nosotros permanentemente lo estamos haciendo? A la mayoría de los partidos políticos le genera aversión la libertad de expresión plena de sus miembros, de sus afiliados, de sus militantes; la mayoría de los partidos políticos ven con muy malos ojos que sus miembros se auto-organicen, sobre todo internamente; a nosotros nos ocurre lo contrario, hacemos llamamientos para reforzar los partidos y organizaciones que conforman nuestra coalición, deseamos ampliar su número; pues a nosotros la diversidad nos enriquece y fortalece. Esto y no otra cosa es ese "poner en libertad los elementos de la nueva sociedad" del que nos hablara Marx.

Como certeramente lo afirma John Holloway en su libro "Cambiar el mundo sin tomar el poder", el poder no es algo que pueda “tomarse”, ya que no es algo que alguna persona o institución particular posea: el poder reside más bien en la fragmentación, en el despedazamiento, de las relaciones sociales.

Por ello, y para evitar esta fragmentación y despedazamiento de las relaciones sociales que todo poder genera, es bueno que la ciudadanía se auto-organice por grupos de afinidad como nosotros proponemos y practicamos, también dentro de las organizaciones que conformamos; ello evita lo que Holloway denomina el "poder-sobre". Como podemos leer en al Wikipedia: "Para Holloway existirían dos aspectos del poder. Por un lado estaría el poder-sobre (power-over en inglés) el cual es aquello que domina y subyuga la posibilidad creativa humana. Por otro lado estaría el poder-hacer (power-to-do en inglés) el cual es la potencia creativa humana. En otros tiempos estos fueron entendidos como potentia y el primero como potestas. La propuesta política de Holloway consiste en liberar el poder-hacer de su existencia auto-negada o reificada en la forma de poder-sobre. Holloway entiende la existencia del poder-sobre como producto histórico de los modos de producción de las sociedades de clases".

Siguiendo este paradigma, esta "piedra angular" que aspira y anima a cambiar las relaciones sociales y de producción, todo lo demás cobra sentido.


-o-o-o- Espacio destinado a mensajes de interés -o-o-o-

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