Nuestro querido amigo Rasputín expone en el blog de Guillermo una serie de razonamientos muy coherentes y lógicos sobre la deriva ideológica y política de "esta gauche divine de Pingus y Cohíba Espléndido" que padecemos. Como les aseguro a mis amigos, el segundo comentario de Rasputín al último post subido por Guillermo es sublime; es por ello que no me he podido reprimir las ganas y, a continuación, a tod@s Ustedes se lo ofrezco.-
Actualizándome ayer en las páginas de noticias de Yahoo, me he enterado de que ha estado en Mérida el ex-presidente del Gobierno, Felipe González, y de que ha dado con la fórmula, desde el socialismo más marxista (evidentemente, de Groucho), para que la negociación colectiva sea un hecho y la reforma laboral se produzca de manera inmediata y satisfactoria para todos los que no sudan para vivir en la opulencia.
No me refiero a una fiscalización progresiva de los beneficios empresariales, no; tampoco a la creación de una banca pública que propicie la vuelta al circuito monetario del flujo crediticio que ayude a los autónomos y a las pymes a volver a producir, tampoco; mucho menos a la reinstauración del impuesto sobre el patrimonio y a la implantación de un gravamen especial para las grandes rentas, ¡qué va!
Me refiero a la propuesta siguiente, que, ciertamente, es de tesis doctoral:
QUE SE VINCULEN DOS TERCIOS DEL SALARIO A LA PRODUCTIVIDAD
Dos palabras ante tu reaccionaria y trasnochada propuesta, ex-Isidoro: IMPREZIONANTE.
No dejas de sorprenderme, en serio, lo bordas; te faltó añadir, que, para el sector agrario, se podría pensar en el retorno de las jornadas "de sol a sol".
No has hecho alusión al uso del látigo para favorecer el incremento de la productividad, por lo cual me abstengo de opinar al respecto, sobre todo por lo que mi opinión pueda afectar al sector de las funerarias y al colectivo profesional de enterradores.
En cualquier sector laboral sonará a bufonada carnavalesca esta afirmación; pero, ojalá y a tus compañeros profesionales de la política, azules o rojos (seré daltónico, pero no veo diferencia alguna en el fondo; y, en las formas, sólo en lo que se refiere a banda sonora y estandarte), y a sus respectivos séquitos, se les aplicara esta medida y cobraran en función de su productividad, que pronto los verías de gorrilla en la puerta del Caprabo (exceptuando, eso sí, a los que tienen la talega a buen recaudo).
¿Tendrán los bonsáis componentes alucinógenos?
Esta «gauche divine» de Pingus y Cohíba Espléndido me saca de mis casillas, y espero que la Historia, la Memoria (pueden ser vocablos autónomos y explícitos) y la Justicia pasen a cada uno y a sus respectivos palmeros la factura que hubieren contraído por activa y por pasiva en el desastre de la izquierda socialista española.
Actualizándome ayer en las páginas de noticias de Yahoo, me he enterado de que ha estado en Mérida el ex-presidente del Gobierno, Felipe González, y de que ha dado con la fórmula, desde el socialismo más marxista (evidentemente, de Groucho), para que la negociación colectiva sea un hecho y la reforma laboral se produzca de manera inmediata y satisfactoria para todos los que no sudan para vivir en la opulencia.
No me refiero a una fiscalización progresiva de los beneficios empresariales, no; tampoco a la creación de una banca pública que propicie la vuelta al circuito monetario del flujo crediticio que ayude a los autónomos y a las pymes a volver a producir, tampoco; mucho menos a la reinstauración del impuesto sobre el patrimonio y a la implantación de un gravamen especial para las grandes rentas, ¡qué va!
Me refiero a la propuesta siguiente, que, ciertamente, es de tesis doctoral:
QUE SE VINCULEN DOS TERCIOS DEL SALARIO A LA PRODUCTIVIDAD
Dos palabras ante tu reaccionaria y trasnochada propuesta, ex-Isidoro: IMPREZIONANTE.
No dejas de sorprenderme, en serio, lo bordas; te faltó añadir, que, para el sector agrario, se podría pensar en el retorno de las jornadas "de sol a sol".
No has hecho alusión al uso del látigo para favorecer el incremento de la productividad, por lo cual me abstengo de opinar al respecto, sobre todo por lo que mi opinión pueda afectar al sector de las funerarias y al colectivo profesional de enterradores.
En cualquier sector laboral sonará a bufonada carnavalesca esta afirmación; pero, ojalá y a tus compañeros profesionales de la política, azules o rojos (seré daltónico, pero no veo diferencia alguna en el fondo; y, en las formas, sólo en lo que se refiere a banda sonora y estandarte), y a sus respectivos séquitos, se les aplicara esta medida y cobraran en función de su productividad, que pronto los verías de gorrilla en la puerta del Caprabo (exceptuando, eso sí, a los que tienen la talega a buen recaudo).
¿Tendrán los bonsáis componentes alucinógenos?
Esta «gauche divine» de Pingus y Cohíba Espléndido me saca de mis casillas, y espero que la Historia, la Memoria (pueden ser vocablos autónomos y explícitos) y la Justicia pasen a cada uno y a sus respectivos palmeros la factura que hubieren contraído por activa y por pasiva en el desastre de la izquierda socialista española.
¿Y cuál será la fórmula que utilizarán para aplicar esa premisa? La quiero escrita y explicada en detalle.
ResponderEliminarCrea fama y echate a dormir, dice el proverbio español.
ResponderEliminarVolvemos a lo de siempre, tener un carnet del PSOE no significa ser socialista, ir en una lista del PSOE no quiere decir que se es socialista, ser nombrado a dedo por un gobierno socialita tampoco es sinonimo de ser socialista.
Ser expresidente del gobierno del PSOE o ser presidente tampoco significa ser soacialista.
Llamarse PSOE o estar afiliado al PSOE no quiere decir que sea socialista o sea uno per se, por su afiliación socialista.
Simplemente se psoeista, la tarea consiste en desenmascarar a los que utilizan siglas, historia, y conciencias para aparentar lo que no se es.
saludos,
¿y cómo consigue isidoro su productividad? con el tráfico de influencias. Que venga ahora a dar charlas a la Asamblea, da idea de cómo está el patio.
ResponderEliminarAlmunia también hablaba en la Ser hoy. Es repugnante oírlos, defendiendo a la derecha capitalista, sin un gesto para los parados, hablando de cifras con un alejamiento que parece que se trata de ganado lanar.
Unos tipos que pierden elecciones, amañan primarias, hunden a la izquierda, y ahí siguen, hundiéndo la esperanza y el sacrificio de tantos años de penuria, para que una banda de señoritos, hijos del franquismo, nos lleve a la miseria, como en el 39, entre la España que muere, y la que bosteza.
Comprobado, en el gobierno reparten narcoticos 4 veces por jornada como mínimo. Luego quedan adictos de por vida y sufren paranoias, delerios sobre todo de grandeza por eso van de G20 en G8 o similares para no hacer nada por los que realmente neecsitan soluciones, las personas desempleadas.
ResponderEliminarSalud y empleo.
¡Qué gran hombre de izquierdas el Muy Honorable ex Presidente!
ResponderEliminar{risas del público}
Hace unos meses escribí algo parecido (en comentarios) ante unas palabras del ex Presidente del Gobierno que me habían dejado asombrado:
«
(...) En un recuadro junto al artículo aparece la opinión iluminada del Muy Honorable ex Presidente del Gobierno de España Don Felipe González: "la situación de Alemania es peor que la de España".
No sé qué desayunará el ex Presidente por las mañanas. Depende de lo que sea, podría ser una explicación a lo sorprendente de su afirmación.
No sólo gozan de un mayor P.I.B./cápita con una dispersión de la renta menor,
sino que el desempleo allí es del 8,4% de la población activa mientras que en España es del 17,36%.
Uno comienza a dudar de si algunos políticos o no saben de números y es mejor que callen para no demostrar su desconocimiento al hablar o si, por el contrario, sabiendo, lo que demuestran es su mala lechuga al hablar, con cinismo, para confundir.
»
Cordialmente,
Dn Javier, me va a permitir usted, que sólo diga :"sin comentarios"
ResponderEliminarSalud y Socialismo.
Parece que no gustan las palabras de González al pedir que se relacione productividad con salario y no sé si es por la desconfianza –lógica por otra parte- en que los sistemas de medición de la productividad sean arbitrarios o simplemente injustos o, por el contrario, la queja se debe a una oposición respecto al concepto mismo.
ResponderEliminarComo digo, si las objeciones tienen que ver con la desconfianza respecto a cómo se hará, me parece hasta natural y por ello, llegado el caso, habría que hilar fino para no cometer injusticias en una sociedad como esta tan dada al caquismo.
Sin embargo si las objeciones son de fondo, lo que se defiende es que no se evalúe al trabajador y el mensaje que se envía es que a fin de mes, da igual lo que uno haya hecho, lo que se haya entregado, lo absentista que sea, etc. pues cobrará lo mismo.
Ese es precisamente el mensaje que arruina a muchas empresas y no digamos a la administración. Esa es nuestra principal diferencia respecto a potencias como Alemania, donde el trabajador es considerado el mayor patrimonio de la empresa y se le reconoce de acuerdo a su rendimiento.
Si se defiende la mejora continua, es preciso defender la evaluación y si se defiende la evaluación, ha de tener consecuencias. Modelos de evaluación los hay a cientos, muy bien adaptados a cada entorno productivo y por ello no sería necesaria la tan hispana costumbre de improvisar, carajillo en ristre, sino que habría que aplicar criterios científicos y desde luego, estar dispuestos a mejorar y adaptar el sistema el tiempo que hiciese falta.
Como algunos sabéis, yo defiendo la evaluación en la administración y por supuesto en la empresa, con criterios objetivos, participando el trabajador en el proceso de evaluación e impidiendo que la arbitrariedad sea la que decida quien se lleva el reconocimiento y quien no.
España es ineficiente porque cuesta más hacer lo mismo que otros países de nuestro entorno y porque la energía es más cara, la cualificación escasa, el marco laboral del funcionariado obsoleto y la mentalidad de los empresarios, medieval en no pocos casos.
Si de verdad aspiramos a mejorar, hemos de familiarizarnos con rendir cuentas, con conseguir objetivos, con mejorar de forma continua y desde luego, el buen trabajador, el que se forma, el que realiza con entrega su cometido, el que no falta a su trabajo más que de forma esporádica y justificada, debe salir ganando sin ninguna duda, pues en caso contrario nos habríamos dotado de un sistema de evaluación incorrecto.
Saludos
Le decía al Sr. Caso en mi página:
ResponderEliminar«
(...) Ya he leído en su página, Sr. Caso, lo de "vincular 2/3 del salario a la productividad". Qué fuerte.
Es la ruptura del pacto laboral: no participar en el binomio riesgo-rentabilidad de la empresa ni en su gobierno a cambio de un salario fijo. Se puede suavizar con un porcentaje extra del salario en función de objetivos, se pueden dar acciones a los empleados como parte de la retribución de modo que pasan a participar en el riesgo-rentabilidad, se pueden negociar ciertas cosas del gobierno corporativo con los comités de empresa y las secciones sindicales...
Pero seamos claros, si se pretende que el 66,66% de nuestro salario sea en función de "la productividad", se nos tienen que dar dividendos y acciones. La remuneración en función de la productividad es cosa de empresarios y accionistas, no de trabajadores asalariados por cuenta y riesgo ajenos (...)
»
El que escribe es Dip. en Estudios Empresariales. En la empresa privada (en muchas organizaciones) quien consigue mayor o menor productividad es el empresario, el director, el gerente. Es básicamente dicho actor quien debe ver condicionada su retribución por la productividad. Ya hace 4.000 años estrategas como el General Sun Tzu nos decían: "¿mal soldado? No. Mal general".
Dicho eso, aclararía que yo veo bien la evaluación por objetivos y el salario mixto, compuesto de una parte fija y una parte variable.
Pero debe ser con unas condiciones. La parte fija, la que no está sujeta a objetivos ni productividad debe ser en valor absoluta digna y suficiente en cuanto a capacidad adquisitiva y seguridad económica del trabajador.
Luego, la parte variable habría de situarse entre el 5% y el 20% del total del salario. El 66,66% es una burrada. El 100%, ya de paso. Eso se llama "trabajar a destajo" o "destajismo" y está explícitamente prohibido en muchos Derechos Laborales, aunque se siga haciendo en contra de la ley, en algunos sectores especialmente. Fíjense en que el mínimo de la parte variable lo coloco en el 5% y no en el 0%. Se dice: "un salario inmóvil inmoviliza". De acuerdo. Pero también se dice, y es importante tenerlo presente en un país que padece un empresariado como el nuestro, "si pagas cacahuetes, tendrás monos".
Tercero, los objetivos o indicadores de productividad deben ser claros, transparentes, justos y realistas. Debe ser posible alcanzarlos con una dedicación diligente a las tareas de cada uno.
Hola amig@s:
ResponderEliminarHelios, nunca he sido contrario a evaluar la eficacia o pagar una parte del salario en función a productividad. Lo que no me satisface en absoluto es la propuesta de Felipe González, pues es una propuesta unidireccional que trata de precarizar condiciones de trabajo, que trata de tener siervos de la gleba a disposición de un empresariado medieval de cartón piedra estancado en épocas antediluvianas. Felipe González es un ultraliberal que defiende a sus amos, en su larga trayectoria así lo ha demostrado. En su propuesta no existe horizontalidad ni evaluación de abajo a arriba. Sólo de arriba a abajo. Y esas propuestas unidireccionales son altamente reaccionarias.
Como bien dice nuestro Miguel Ángel citando al General Sun Tzu: "¿mal soldado? No. Mal general".
Recibid un muy fuerte abrazote amig@s.
De fustraciones nada, Mr.Helios; nada espero de la Oligarquía dominante ni de sus migajas. Mucho antes de la muerte de Franco se les veía el plumero a las tibus reformistas que han usado la impostura para engañar a quienes se creen una y otra vez sus falaces cantos de sirena. ZP pasará, y ya en este momento algunos se aprestan a ser el siguiente "conejo" estafador.
ResponderEliminarQue duda cabe de que cuanto más se asciende en la pirámide social más conformistas se encuentran; los llamábamos "aristocracia obrera" y pequeñoburgueses. Resulta patético observar los recortes a esas subcapas sociales hasta convertiles en tristes pagadores de hipotecas, a las que se han atado de por vida, así les pagan su colaboración.
Y ya me sé el cuento del niño "Rockefeller" que empezó vendiendo periódicos en la calle.
Como oí ayer al difunto Saramago, en una entrevista del 2000, la aparición de la Conciencia de Clase se produce cuando uno empieza a juzgar y distinguir la injusticia.
Desdeluego que estoy mucho mas cerca del PSUV que de cualquier tribu socialdemócrata; si me asomo por aquí es porque soy un irreductible o contumaz polemista y porque me divierte leer ciertas "argumentaciones".
Javier, es eso; precarizar condiciones de trabajo y de subsistencia de una determinada capa social, justamente de aquélla en la que se sustenta la vida sibarita de sus perseverantes verdugos.
ResponderEliminarÉste ha visto que luce más ir de Armani que de "descamisao", y con lo fácil que le fue dar el paso para cambiar el fondo de armario, por nada quiere ponerlo en peligro a estas alturas.
Saludos, compañero.
Rasputín, cualquier reforma que queramos llevar a cabo, por nobles que sean sus fines, siempre podrá encontrarse con gañanes que la transformen en su provecho y echen por tierra los anhelos de mejora. Eso no debe confundirnos y hacernos pensar que los objetivos eran malos, sino que las dificultades han hecho que se fracase en un primer intento. El trabajo bien hecho debe estar más valorado, parece una tautología. Nuestro deber es conseguir que redunde en el buen trabajador.
ResponderEliminarCreo que el SrM lo matiza bastante bien y hace unas observaciones y propuestas muy interesantes y concretas acerca de por donde debieran ir los tiros de una reforma en ese sentido que beneficie a todos y desde luego, a los trabajadores.
Juanfri no personalizaba en ti. Es cierto que en tus escritos se observa cierta beligerancia, pero considero que es mejor eso que el conformismo y casi borreguismo que se respira en la actualidad y, además, no soy yo nadie para decirte cómo debes expresarte y menos aún, pensar.
Saludos y confío en que sigas por aquí aportando tus puntos de vista.
Aquel Felipe que en un número del Blanco y Negro del 76 o 77, se decía socialdemocrata, mentía al respetable, ya que ni eso. "Trilero de la calle de las Sierpes" así definido por Anguita, Felipe pico de oro y por el oro, no ha hecho mas que mostrar entre lineas a quién quisiera verlo, su verdadera naturaleza sin escrúpulos, de lider populista, (otro más), capaz de servir al lado oscuro como el mejor de sus vasallos.
ResponderEliminarSalud y República.