Confieso que en la actualidad no milito en ningún partido político. Simpatizo con la izquierda. Mi apuesta es la ciudadanía y mi particular interpretación del marxismo al que no renuncio. Los instrumentos para que ello sea posible -entiendo- son la democracia participativa, en la que creo profundamente, esto es, la democracia entendida como un proceso a través del cual se cambie el modo de producción y reproducción capitalista (o cualquier otro que aliene la voluntad democrática de la ciudadanía), por ello mi convicción en modificar las relaciones de sociales y de producción.
La democracia -entiendo- ha de entrar en los centros de trabajo, en el sistema educativo, en la administración, etc...
Mi creencia en la democracia me hace ser internacionalista y entender que todo lo debemos de hacer entre tod@s, reflexionarlo entre tod@s y contar con tod@s. La democracia debe de ser el sistema que hay que reforzar y defender en cualquier rincón de este mundo. Una democracia real, no formal. Para ser real tiene que poderse opinar de todo, participar en todo. No ser nunca convidado de piedra. ¿En España que democracia tenemos? ¿O en los EEUU, o en Rusia, o en Francia, o en Cuba, ...? ¿Pueden l@s trabajador@s decidir el futuro de sus empresas?, ¿Pueden l@s alumn@s, sus padres y madres, junto al profesorado, diseñar otro sistema educativo que no genere competitividad y fracaso académico?
¿En qué podemos realmente intervenir en el mundo de hoy? Ni siquiera el economicismo sindical funciona bien, pues ¿Porqué mantiene esas enormes diferencias retributivas entre categorías de asalariados? ¿Tiene culpa un asalariado de no haber crecido en un entorno familiar y social adecuado que le haya permitido economicamente o estimulado socialmente en el sentido de poder acceder a una formación universitaria o creado los hábitos necesarios para ser un oposit@r eficiente y poder trabajar para la administración con una cierta estabilidad en el empleo y en sus retribuciones?
Mi creencia en la democracia es muy vigoskyana, para mi los partidos políticos no deben de ser un fin en si mismos, sino un instrumento al servicio de la ciudadanía. Igual que el lenguaje o una mano son instrumentos garantizadores de nuestra subsistencia como seres humanos. Además, como buen materialista dialéctico, entiendo que los modos de producción pasan por fases. Esto es: "Marx se esfuerza en hacer comprender que el capitalismo no es fruto de ninguna injusticia humana, ni de un azar histórico, sino que es una fase impuesta como ineludible necesidad por el proceso histórico de la sociedad que transcurre impuesto por las exigencias del incesante e imparable desarrollo de las capacidades creadoras de las fuerzas productivas".
Por otra parte, mi principio fundamental es aquél que enunciara Federico Engels: "De la contradicción surge el desarrollo". Con las entradas en mi blog, como con mi actuación en la vida, intento provocar reacciones y así fomentar ese necesario debate que nos haga transcender esta realidad caduca en muchos, muchísimos aspectos que nos ha tocado vivir.
Como también soy algo skinneriano, refuerzo todo aquello que desbroza este camino. Es por ello que aplaudo -porqué no voy a hacerlo- a quienes defienden que es mucho mejor encarar las transformaciones sociales a las que nos enfrentamos si la ciudadanía tiene el poder, si los ciudadanos son los dueños de su destino.
Un abrazote amig@s.
Por Javier Caso Iglesias. Plasencia (Cáceres)
La democracia -entiendo- ha de entrar en los centros de trabajo, en el sistema educativo, en la administración, etc...
Mi creencia en la democracia me hace ser internacionalista y entender que todo lo debemos de hacer entre tod@s, reflexionarlo entre tod@s y contar con tod@s. La democracia debe de ser el sistema que hay que reforzar y defender en cualquier rincón de este mundo. Una democracia real, no formal. Para ser real tiene que poderse opinar de todo, participar en todo. No ser nunca convidado de piedra. ¿En España que democracia tenemos? ¿O en los EEUU, o en Rusia, o en Francia, o en Cuba, ...? ¿Pueden l@s trabajador@s decidir el futuro de sus empresas?, ¿Pueden l@s alumn@s, sus padres y madres, junto al profesorado, diseñar otro sistema educativo que no genere competitividad y fracaso académico?
¿En qué podemos realmente intervenir en el mundo de hoy? Ni siquiera el economicismo sindical funciona bien, pues ¿Porqué mantiene esas enormes diferencias retributivas entre categorías de asalariados? ¿Tiene culpa un asalariado de no haber crecido en un entorno familiar y social adecuado que le haya permitido economicamente o estimulado socialmente en el sentido de poder acceder a una formación universitaria o creado los hábitos necesarios para ser un oposit@r eficiente y poder trabajar para la administración con una cierta estabilidad en el empleo y en sus retribuciones?
Mi creencia en la democracia es muy vigoskyana, para mi los partidos políticos no deben de ser un fin en si mismos, sino un instrumento al servicio de la ciudadanía. Igual que el lenguaje o una mano son instrumentos garantizadores de nuestra subsistencia como seres humanos. Además, como buen materialista dialéctico, entiendo que los modos de producción pasan por fases. Esto es: "Marx se esfuerza en hacer comprender que el capitalismo no es fruto de ninguna injusticia humana, ni de un azar histórico, sino que es una fase impuesta como ineludible necesidad por el proceso histórico de la sociedad que transcurre impuesto por las exigencias del incesante e imparable desarrollo de las capacidades creadoras de las fuerzas productivas".
Por otra parte, mi principio fundamental es aquél que enunciara Federico Engels: "De la contradicción surge el desarrollo". Con las entradas en mi blog, como con mi actuación en la vida, intento provocar reacciones y así fomentar ese necesario debate que nos haga transcender esta realidad caduca en muchos, muchísimos aspectos que nos ha tocado vivir.
Como también soy algo skinneriano, refuerzo todo aquello que desbroza este camino. Es por ello que aplaudo -porqué no voy a hacerlo- a quienes defienden que es mucho mejor encarar las transformaciones sociales a las que nos enfrentamos si la ciudadanía tiene el poder, si los ciudadanos son los dueños de su destino.
Un abrazote amig@s.
Por Javier Caso Iglesias. Plasencia (Cáceres)
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