¿Es el Festival de Mérida el segundo Feval de las Mariscadas localizado en la Junta de Extremadura?

Desde hace bastante tiempo algunos llevamos reivindicando la necesidad de unificar servicios en la Junta de Extremadura, ahora parece que se empieza a prestar atención a esas ideas. En concreto, el consejero de Administración Pública y Hacienda, Pedro Nevado-Batalla, ha propuesto una muy buena iniciativa; esto es, unificar todos los sistemas informáticos de la Junta en uno solo, con un único dominio. Esta unificación de servicios informáticos, según sus palabras, puede llegar a ahorrar hasta 200 millones de euros; simplemente eliminando el excesivo, infuncional y farragoso número de dominios y cuentas de correo electrónico existentes, así como las salas en las que se ubican estos equipos y que llevan aparejado un enorme gasto energético en climatización.

Lo mismo se debería de hacer con el parque móvil de la Junta de Extremadura, ya es momento en que la Junta de Extremadura funcione como un todo único y no como una especie de reinos de taifas en el que cada consejería actuaba a su antojo.

Por otra parte, ahora también sabemos que el motivo fundamental de la renuncia de Blanca Portillo a seguir dirigiendo el Festival de Mérida es, según sus palabras, que hay un "problema de fondo mucho más grave" que la polémica de la retirada de una foto de una exposición. Dicho problema tiene que ver con la estructura del festival; pues afirma que "hay una situación económica complicada" en el certamen artístico.

¿Será el Festival de Mérida el segundo Feval de las Mariscadas localizado en la Junta de Extremadura?

Pronto saldremos de dudas, pues como ha precisado la vicepresidenta de la Junta de Extremadura, el plan de auditorías de la institución regional tendrá entre sus objetivos más urgentes dilucidar cual es la situación financiera y económica del certamen artístico.

Mientras esto acontece en la organización interna de la institución regional, otro tema debe ocupar nuestra atención; esto es, el relativo al índice de producción industrial que baja, en Extremadura, un 16,7 por ciento; la mayor caída por regiones.

En varias ocasiones hemos insistido en que la mayoría de nuestras ciudades no ofrecen suelo industrial, cuando, en realidad, cuentan con extensas unidades de ejecución (terrenos suficientes y susceptibles de ser ocupados por empresas). Se hace necesario, de forma urgente, que a través de las medidas urbanísticas necesarias se proceda a dividir esas grandes unidades de ejecución en otras mucho más pequeñas y, por tanto, más fáciles de poner a disposición de los pequeños y medianos empresarios y autónomos de los pueblos y ciudades de nuestra región; al tiempo de que se reduzcan los excesos de burocracia, trámites administrativos y papeleo que se imponen a las iniciativas empresariales y que impiden su marcha hacia la innovación tecnológico-empresarial y la implantación de empresas.

De no adoptar este tipo de medidas seguirá creciendo ese 53% de extremeños que cree que lo peor de la crisis aún está por llegar.

Por Javier Caso Iglesias, Portavoz de Iniciativa Socialista de Extremadura, miembro de Convergencia por Extremadura (CEx) y socio de la Fundación Equo.