domingo, 30 de diciembre de 2018

El modelo extremeño será el que establezca el PSOE de Andalucía tras su debacle electoral del 2 de diciembre

Por Javier Caso Iglesias. Analista Político

Pienso que el PSOE en Andalucía tomará el modelo extremeño, esto es, el de esperar tranquilamente cuatro años para volver al poder; de esta manera no tendrán que renovar nada en el partido. No se si Cs aportará algo de eficacia al PP, debería hacerlo; pero el PP es, gestionando, tan burocrático como el PSOE. En Extremadura se sabe por experiencia propia. Si las televisiones y radios no informaran de quién gobierna en una autonomía o en otra no se notarían diferencias sustanciales de un equipo de gobierno de otro. A nivel estatal puede ser otra cosa, aunque a esta altura de la película lo dudo, pero a nivel autonómico no existen diferencias sustanciales entre el PP y el PSOE y para ejemplo, como digo, Extremadura. Obviamente lo notarán los allegados al poder que pisarán moqueta y cobrarán buenos sueldos y recibirán canonjías, prebendas y otras mamandurrias; pero los demás no notan nada de nada. Por ello se puede decir, en relación a Andalucía que tanto monta, monta tanto, Susana como Juanma. Y, si no, al tiempo.

Creo también que el PP es muy moldeable, antes era AP, PDP y UL. Incluso UCD o CDS. Dividido o por separado siempre es el mismo espacio electoral y las mismas prácticas políticas y líneas de acción económicas. Las siglas son secundarias. Es un electorado que siempre se suele movilizar, pues cuando unas siglas se notan desgastadas surgen otras para sustituirlas. Algo de eso también ocurre en el ámbito progresista, aunque aquí juega más la abstención. Muchos no encuentran referentes progresistas y, por ello, la abstención suele crecer en algunas ocasiones como ahora ha acontecido en Andalucía; pues tanto el PSOE como Adelante Andalucía no ofrecían nada nuevo. Unos eran los mismos de siempre con el mismo traje de toda la vida, o sea el PSOE, y los otros son la vieja IU-PCE más el sector joven de la vieja IU-PCE ahora llamado Podemos. Incluso parte de ese electorado progresista desencantado suele votar a alguna fuerza de las que representan al espacio conservador-liberal para ver si las fuerzas progresistas toman nota y renuevan sus prácticas. Cosa esta harto difícil pues desde la transición siguen en el más de lo mismo de siempre. El 15M, de existir ahora, les seguiría coreando aquello de "que no, que no, que no nos representan; que no".

No considero, por tanto, que exista tanta diferencia entre Andalucía y Extremadura. En cuatro años todo cambiará seguramente o, a lo más tardar, en ocho. Lo que me llama la atención es cómo el espacio conservador-liberal puede superar al progresista, en el ámbito autonómico, sin líderes carismáticos al frente. Los progresistas suelen valorar más a las personas que lideran los proyectos políticos e institucionales y han sido estas las que han defraudado a su electorado, por ello la recuperación de la credibilidad será más lenta; si es que se consigue algún día.

1 comentario:

  1. Acepta mis felicitaciones, Javier. Al mal tiempo, buena cara... Hace tiempo que nos conocemos virtualmente y ambos nos pasamos la vida dando al mazo

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