Por Javier Caso Iglesias | Analista Político
La mayoría de los/as analistas políticos del espacio ciudadano de ruptura llegan a la conclusión de, por una parte, la imposibilidad de competir por parte de la izquierda clásica con espacios ciudadanos muy participados como Podemos o Ganemos Barcelona, si se compite con ellos IU/ICV quedará como fuerza testimonial a semejanza del KKE griego; la única opción para la izquierda clásica, que está estancada en lo electoral y con una base social muy mayor en edad, es integrarse en estos espacios políticos ciudadanos y populares y, dentro de ellos, defender sus ideas y candidatos/as.
De no ser así y se optara por competir en lo electoral por parte de la izquierda clásica IU/ICV con los espacios ciudadanos de ruptura, la estocada será definitiva para las organizaciones ubicadas en la izquierda del sistema. No pueden rivalizar electoralmente con el espacio de ruptura, pues quedarían como opciones marginales como el KKE en Grecia; la única opción para la izquierda clásica es que sus organizaciones deserten de la comodidad que les aporta el sistema y se incorporen, como uno/a más, a estos nuevos espacios ciudadanos de ruptura con la casta.
En relación a la noticia del ofrecimiento del Baltasar Garzón y de Mayor Zaragoza para reunir a los grupos que buscan el cambio social, decir que es muy positivo que diferentes espacios sociopolíticos como Convocatoria Cívica o SUMA intenten realizar una labor de mediación, pero han de ser conscientes que tienen que dejar el protagonismo del proceso a la generación que está haciendo verdaderamente mover el tablero de juego; pues además de una crisis política e institucional, la crisis que vivimos es también un proceso de ruptura generacional; ahora les toca el protagonismo a personas con el coraje político, el liderazgo y la juventud de Ada Colau, de Pablo Iglesias y de Alberto Garzón entre otros/as.
La función y labor de espacios como Convocatoria Cívica o SUMA es apoyar incondicionalmente estos procesos de empoderamiento ciudadano y popular que demanda la gente y que en su día no supieron o pudieron articular.
Además no creo posible una coalición como la que proponen Baltasar Garzón y Mayor Zaragoza, esa es una terminología vieja que no se adapta a los nuevos tiempos; El lugar hacia dónde se camina es hacia un nuevo proceso constituyente, con nuevas formas de relación política; es hacia procesos muy participados por la gente, procesos de unidad ciudadana, procesos de ciudadanización de la democracia.
El espacio de las coaliciones ya es el propio, y además en exclusiva, de esa gran coalición que a no tardar mucho protagonizarán los partidos del turno (PP-PSOE) para intentar salvar a este sistema al servicio de los mercados financieros-especulativos y que funciona en lo político al dictado de la Troika.
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