La verdad es que uno se siente, algunas veces, como Paco Martín me define, esto es, aquél que nadie entiende pero que todos comprenden.O tal vez la verdad es que todos somos lo que los demás esperan que seamos.
Por esa razón no me he equivocado hasta ahora en cuanto a lo que José Luis Rodríguez Zapatero, junto con el resto de fuerzas progresistas, ha realizado para poner a España en el lugar que está y se merece estar; por esa razón tengo esperanzas, muchas esperanzas, en que empiecen a resolverse los problemas de las gentes más sencillas y humildes de este país; por esa razón tengo la absoluta certeza que Isaías Carrasco ha sido la última víctima de ETA, a partir de ahora todos juntos y sin fisuras contra la irracionalidad excluyente y totalitaria que representa la banda terrorista, pues el convencimiento es pleno y total en la ciudadanía como nunca hasta ahora lo ha sido.
Todo es posible, todo va a ser posible, pues como afirman los científicos que de lo cognitivo entienden, la actitud que uno toma en relación a una variable refuerza, en el mismo sentido, la ocurrencia de esa variable.
El pueblo español hoy decide, dentro de unas horas se sabrá el resultado; yo apuesto por el progreso, no puede ser de otra forma. Progreso que significa poner los medios, todos los medios a favor del ser humano; pues como inteligentemente nos decía Henri Wallon (médico y filósofo, del que recomiendo encarecidamente su lectura, especialmente a mi amigo Guillermo), el ser humano está genéticamente preparado para desarrollar todas sus potencialidades si tiene el medio adecuado para ello.
Por Javier Caso Iglesias. Plasencia (Cáceres)
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